Lo que une a los granos —cientos, miles, millones— en un conjunto que se concibe unitario, como arena, es también aquello que impide su unidad. Lo que separa a cada uno de los granos de sus semejantes confirma la unión. La oposición de ambos conceptos es posible porque se da con carácter simultáneo. Los granos al mismo tiempo que están juntos permanecen separados. O, dicho de otro modo, su separación es lo que los reúne. Si un filamento de vacío les otorgara identidad, podrían crecer individualmente, pero no serían un único concepto, sino una pluralidad, como piedras. Y tendrían historia.
miércoles, 24 de mayo de 2023
viernes, 19 de mayo de 2023
Biblioteca de huecos | 12
Durante dos semanas de verano llevé, como si estuviéramos en enero, un pañuelo anudado al cuello. «La garganta», decía, e incrédulas mis amigas aguzaban la vista por descubrir cómo escapaba de la censura el borde amoratado de un chupetón. Ya no quedaba nada de la tarde en la que ocurrió, ni del chico que lo produjo, que no había vuelto por el pueblo, ni de la música que bailamos en la fiesta. Aquel raro vestigio, prueba que se presenta ante el juez para demostrar un hecho, era lo único que permanecía de lo que había sido, pero ya no era.
lunes, 15 de mayo de 2023
Biblioteca de huecos | 11
Cuando llego antes de hora a la sala de clases, a veces me atrevo a subir a la tarima y me acerco al atril de pie para contemplar las sillas donde nos sentamos a escuchar. Lo que ahora es nadie, poco a poco se irá llenando con identidades diluidas y gestos desdibujados entre los que el profesor distinguirá una u otra cara conocida. Solo quien mira al conjunto tiene la palabra. Y el día en el que destacó algunos trabajos quedé sin nombrar. Y al salir, si alguien me lo hubiera preguntado, no acertaría a decir cuál era mi apellido.
viernes, 12 de mayo de 2023
Biblioteca de huecos | 10
No ha pasado todavía nadie por el camino esta mañana o al menos con la niebla no he sido capaz de verlo. Se han dejado las luces del patio encendidas toda la noche. Creo que están de vacaciones, pero no sé cuándo vuelven. Suele regresar a la hora en la que salen los niños del colegio. El piso está vacío desde que hace años falleció su propietaria, creo que tenía un hijo, pero nunca lo he visto. Bajan con frecuencia desde aquel barrio a comprar en la panadería, que les gusta más que la suya. Como anochece aquí tan pronto.
lunes, 8 de mayo de 2023
Biblioteca de huecos | 09
Le digo que lo he escuchado por ahí, sin recordar dónde ni quién lo explica. Insisto en que no es cosa mía, sino de oídas. Por mi parte, nunca se me hubiera ocurrido algo parecido, de eso puede estar seguro. No soy yo quien habla en esas afirmaciones, que me limito a repetir como quien canta el estribillo de una canción que suena mucho en la radio. Es otro, o mejor, son otros quienes lo cuentan, conversaciones que circulan sin que algo concreto las haya provocado y, de repente, se atan cabos. Nada personal hay en lo que te diga.
miércoles, 3 de mayo de 2023
Biblioteca de huecos | 08
Colecciono fechas. Mías, de los demás, de nadie. Como etiquetas que cuelgan de un hilo de la prenda con el precio en los comercios, en el pensamiento anudo a cada experiencia, conocido, lectura, acontecimiento un día, un mes, un año. A veces, incluso una hora. Con el dato la defino. Manejar el volumen de este diccionario es, para mí, pensar. Huyo de cronologías. En lo que fue antes o después, me pierdo. Es como un baile donde un catorce de enero saca a bailar a un veintiséis de mayo. Unas se entienden entre ellas, otras no se pueden ni ver.
jueves, 27 de abril de 2023
Biblioteca de huecos | 07
Una tarde de mi infancia habíamos vuelto de compras en metro. Se abandonaba la estación por un estrecho corredor que flanqueaba el andén vallado y una pared de ladrillo. Contra ese muro aplastó un empujón a mi madre cuando procuraba sujetarme la mano con más fuerza. Los dos oímos un temible chasquido en la bolsa donde transportaba un jarrón enorme por el que mi madre había quedado fascinada. En casa comprobamos un costado astillado, que dio en agujero. Lo colocó de cara al lado opuesto y ahí lució durante años, aunque cada vez que lo miraba veía la invisible rotura.
sábado, 22 de abril de 2023
Biblioteca de huecos | 06
Si no lo digo es como si no existiera el pensamiento al que le doy valor de mío por haber nacido dentro y formar parte del recinto que denomino intimidad. Esas columnas de hormigón que ocultan los albañiles cuando alzan el edificio de la experiencia. Y si lo digo, al decirlo, cuando lo propio se desvela convertido en algo pensado, deja de ser exclusivamente mío y queda ubicado en oídos ajenos, como quien ha vendido una propiedad y ya no puede decidir el color del que quiere pintar las ventanas. Si hablo me vacío y si callo siento el vacío.
miércoles, 19 de abril de 2023
Biblioteca de huecos | 05
Al salir me atropella. «Por favor —elevo la voz al decirlo—, un poco más de cuidado, que hay personas». Le veo azorarse. Eso no lo espero. Me dispongo a participar en una disputa dialéctica rápida, enseguida preparo una buena respuesta a su presumible gesto de desprecio. La bronca de baja intensidad es el sistema de cortesía ciudadano. Sin embargo, le veo enrojecer. Lo lamenta con voz entrecortada. Se culpa por su impresentable prisa. Más vulnerable él que yo vulnerada. Qué hermosa anécdota —un rayo cruza mi pensamiento— para evocarla en cada cena de aniversario. Repite las disculpas. Se va.
jueves, 13 de abril de 2023
Biblioteca de huecos | 04
En el Diario de los días que no he vivido el reportero de guerra e irredento aventurero Clemente Casín relata con detalle cómo despierta con las noticias de la radio, enrosca la cafetera, tuesta el pan, hace la cama. Evoca la conversación con el conserje sobre el tiempo previsto para la semana siguiente. Describe el paseo hasta el parque, donde se sienta bajo los tilos a ver transcurrir la mañana. Enseguida se descubre que se trata de un libro de ficción, porque ocupa siempre el mismo banco; algo absurdo, pues la sombra que gusta en verano el invierno la desaconseja.
lunes, 10 de abril de 2023
Biblioteca de huecos | 03
Cuando me rebasó en el bulevar con atlética zancada, de repente se dio la vuelta y su sonrisa, esplendorosa, me saludó en una lengua que no supe identificar. Quise estar a su altura, pero tropecé en el sonido de la palabra que iba a pronunciar, balbucí y hasta creo que me puse como un tomate. Volvió a mirar al frente, desapareció. Y para que no desapareciera el momento, me lo cuento cada noche al acostarme. Oración que le rezo al dios de lo que permanece. Como cada noche le añado un detalle al acontecimiento, el extranjero pronto pedirá mi mano.
miércoles, 5 de abril de 2023
Biblioteca de huecos | 02
Le escribo un mensaje atropellado a mi hermana: «Lo he encontrado». Y ella, que tenía más tiempo para perderlo ante la pantalla del teléfono, me responde: «Anda, como yo el otro día, que encontré aquel pendiente de oro que había perdido. Estaba entre los cojines del sofá y yo como loca todo este tiempo». No era eso lo que había extraviado. Estuvimos hablando toda la tarde en un Café. Tuvimos que pedir tres consumiciones para no impacientar a los camareros. Cuando llegó la noche nos despedimos. «¿Y?», inquiere mi hermana. Le escribo: «Como si hubieras vuelto a perder el pendiente».
sábado, 1 de abril de 2023
Biblioteca de huecos | 01
No era el lugar, sino que cualquier sitio puede serlo. Basta con hacer lo que hizo. Cavar una brecha. Un palmo, donde apenas entra un reloj. O un anillo. Dijo que abandonáramos un beso. En un hueco menor hubiera cabido. Lo cubrió con hojarasca. Nos reímos de la ocurrencia. Era un tiempo incierto, los dos pensábamos en vidas diferentes a las que llevábamos. Supe poco más de él. Hoy he rebuscado aquella grieta en el parque. Con los años, cuanto parece idéntico resulta otro. Sé que no habrá nada donde solo existió presencia, pero necesito contármelo para que algo ocurra.
lunes, 27 de marzo de 2023
Libros | 7
No importan los años de silencio, basta con abrirlos. Rasga el sobre por el lateral, con excitada premura, alborotado por dentro tras leer el nombre en el remite. El gesto se le va de las manos y acaba por romperlo por completo para extraer el folio, dos veces doblado, de la carta. Escrita solo por una cara, la que permanece en el interior de los pliegues. Por serenarse, contempla su blancura. Como venas a través de la piel traslucen los renglones de la caligrafía. Va a leer esas palabras que vislumbra dentro en un instante, bastará con desplegar la hoja.
jueves, 23 de marzo de 2023
Libros | 6
En pie ocupan menos que tumbados. El perro va y viene e impide que ninguna oveja se aparte del rebaño mientras al caer la tarde entra en el redil. El pastor fuma. También el sol. Una niebla se extiende sobre el carrusel de montañas. En la ladera resuena un ladrido si una sale del círculo. Con los ojos en el horizonte, el hombre ni desvía la mirada. Nada hay tan importante para él en el momento como el aprisco y nada que le llame la atención en el ropaje del día que conoce en cada estación. Ensimismado desatiende ambas ocupaciones.
domingo, 19 de marzo de 2023
Libros | 5
Su fragilidad los hace perennes. El otoño alfombra los senderos con la melancolía que le ha dejado la partida del verano. El coro de escolares que vocinglero avanza la desconoce. Por no verla, ni miran la suavidad del suelo sobre el que saltan y bailan al caminar. Con el dedo, el maestro señala ejemplos de alguna lección que solo el dedo contempla. Las conversaciones, sincopadas, emulan las hojas secas que sobre matas y helechos reconstruyen la copa de donde han sido arrancadas. El silencio del bosque acoge el acaso de las palabras y las convierte en humus. Herrerillos las cantan.
miércoles, 15 de marzo de 2023
Libros | 4
Están escritos solo para mí. El viento desordena las trenzas sin deshacerlas, los cabellos vibran tensos sobre la cabeza. Azota también la cazadora, aplastándola contra el cuerpo en la dirección en la que sopla. El mar, un bebé despertado por el hambre en la cuna, berrea desde su lecho, espuma con violencia y se disuelve dejando sobre la arena la viruela de su huida. Los nubarrones agotan los grumos de pintura oscura en la paleta del paisajista. Nadie aparece por los horizontes de la enormidad que despeina. Escenificación a la que le basta una mirada que sea capaz de leerla.
viernes, 10 de marzo de 2023
Libros | 3
Tiembla el papel con el temblor de quien lee. Solo la luna los contempla pasar entre la copa de un tilo y la de otro, por la senda más solitaria. Van abrazados y avanzan despacio, con la ansiedad de hallar una penumbra acogedora. Se apartan. Que el sonido solo sean sus pasos, roces y gestos. Acumulan tantas caricias por entregar en las manos que les entorpece cualquier movimiento. Por mirarse a los ojos se detienen, o para decirse retales de palabras. Cada lápiz del plumier del momento pinta de un color la oscuridad. Al dibujo algún día lo llamarán memoria.
domingo, 5 de marzo de 2023
Libros | 2
Desafían el futuro despreciándolo. Un caminante con el rostro iluminado por la fogata en el claro del bosque. Se descalza. La lechuza ulula a lo lejos y cerca. Con la mano desentumece los dedos de los pies. En el macuto, una rebanada de pan y, envuelto, un pedazo de queso. El sendero por donde ha llegado no tiene continuidad bajo la fronda. Y aunque sepa que no es lugar para permanecer, tampoco existe la duración. Pincha el pan con una rama y lo acerca a las lenguas del fuego. El silencio se tumba a su lado para desvelarle algún enigma.
miércoles, 1 de marzo de 2023
Libros | 1
Cuanto hay dentro, llega de fuera. Con frecuencia, en el interior de una maleta atada con cuerdas que se lleva al hombro, los ojos tan abiertos y en el bolsillo lo justo y una nota donde un vecino ha garabateado el nombre de una pensión en la más estrecha de las calles. El cuarto, húmedo. El jergón, quejoso. Cuanto ocurre despierta. Albañil que construye una escalera a ojo, con peldaños que no se pueden sortear con somnolencia. La realidad no recibe invitaciones en sobres verjurados. Aunque sí se acostumbra a soportar el hedor que desprenden los dorados en la tipografía.
viernes, 24 de febrero de 2023
Cuentos del hada jubilada (sexagésimo séptimo)
Sube alboroto de la calle después de dos horas de silencio, que he aprovechado para leer sin tener que poner música. Hoy se disputa una final de no sé qué campeonato futbolístico en la que juega uno de los equipos de la ciudad. Ni coches pasan por la calzada. Las finales televisadas tendrían que durar días. En este momento oigo ascender un rumor de voces que atraviesa la ventana. No consigo saber si son de victoria o de derrota. Enciendo la radio por conocer el resultado, pero me abruman los anuncios. La apago, deslizo la aguja en el disco.
lunes, 20 de febrero de 2023
XI / abandonos
La viruela de la humedad oscurece la antigua blancura en los muros del caserón. La lluvia traza una vertical para cada canal del tejado. La hierba verdea sobre las losas de paso. Un atrio lúgubre y hueco saluda con desgana. Una escalera se pierde hacia la oscuridad del piso alto, donde las habitaciones dibujan amorfos polígonos a medio ocupar. En invierno, el humo de la chimenea, cuyo tiro nadie limpia, esparce una niebla áspera en lugar de calor. En verano, la penumbra devuelve recuerdos de otros veranos, cuando voces infantiles callaban la sinfónica de chicharras y despreciaban los hiperbólicos crepúsculos.
jueves, 16 de febrero de 2023
X /abandonos
El arco de la puerta de entrada a la ciudad hoy es un decorado de piedra en mitad de una rotonda rodeada de edificios sin fábrica, solo balcones de punta a punta. No existe hora de cierre o de apertura. Raro es el momento en el que no giren a su alrededor vehículos. A nadie se le ocurre colocar vigilancia a uno u otro lado, porque tampoco nada señala dentro o fuera. No se levantan tiendas en sus inmediaciones para cercar la población, ni los campesinos corren a su refugio si en el horizonte se alza una columna de humo.
domingo, 12 de febrero de 2023
IX /abandonos
Junto a la carretera, en un claro con escasa fortuna, se amontonan basuras tecnológicas de la época. Imagino que un día a alguien se le ocurrió detener la furgoneta, descargar la lavadora que no funcionaba y abandonarla en aquel ensanchamiento que le había permitido aparcar durante unos minutos. A partir de aquel día, el lugar se convirtió en una referencia. Viejas cocinas desguazadas, neveras que permanecen con la boca abierta, silencios de aspirador que se quedó demasiado grande para el gusto del momento. Un amontonamiento cubista de lo que se desprecia. De vez en cuando me detengo ante mi escritura.
miércoles, 8 de febrero de 2023
VIII /abandonos
Durante mucho tiempo había creído que por ser una torre defensiva el hecho de que le cantaran las cigarras y no el pálpito de una amenaza la desacreditaba. Me lo decía al cruzar por delante en los paseos de verano, cuando sus desgastados sillares, iluminados por el oro del final de la tarde, se mostraban seductores ante la cámara. Que solo disfrute capturando imágenes que ya he fotografiado antes ignoro si es un demérito semejante a la supervivencia de la torre. Es posible que, pese a su brevedad, no sepa qué hacer con el presente. Cómo comprenderlo en sí mismo.
sábado, 4 de febrero de 2023
VII /abandonos
El lago encarna, al anochecer, al señor de las alimañas y de las estrellas. En su condición de mudo, es un papel que representa con solvencia. Un ligero temblor en la maleza, una trémula chispa en lo alto. Ambas, titilaciones que domina por el arte de lo que se repite. Es cierto que nadie le aplaude, pero hay quien se asusta con el estremecimiento. Y también quien se estremece con lo que centellea. Un público seguro, taquilla de supervivencia. Cuando las barcas que lo surcan se recogen en la dársena, el lago imparte clases de permanencia a las que asisto.
miércoles, 1 de febrero de 2023
VI /abandonos
Una lengua que al relamer sus labios de arena borra los acontecimientos de la piel. Es lo que admiro en los paseos invernales por la playa. Tras cada ola, nada queda de quien iba dejando huellas en su caminar, tampoco de lo que hubiera escrito con el bastón para que lo leyeran gaviotas y cormoranes. Lo nuevo no ocurre como novedad, sino como hábito. La desmemoria del mar tampoco actúa como un olvido, sino como la densidad del conocimiento. Una biblioteca oculta en simas que la indiferencia cobija. El oleaje prosigue su letanía. La niebla desdibuja la línea del horizonte.
sábado, 28 de enero de 2023
V /abandonos
Con cierto estupor compruebo, en el salón de un cinematógrafo abandonado hace años, qué escasos elementos constituían su fascinante realidad. Filas de asientos entre altas paredes desnudas. Nada más. El polvo adormece el satén de los tapizados. Grietas y cuarteados del yeso que se desconcha simulan los arduos trabajos de un pintor informalista. Los apliques extirpados de cuajo como bocados de un hambriento ser fantástico. Jirones de la vieja pantalla, descolgada a sacudidas. Nada de lo que veo consigue evocarme lo que he vivido en las tardes de cine, en otros cines. La memoria, hoy un libro con páginas arrancadas.
martes, 24 de enero de 2023
IV /abandonos
Algunos posters con la superficie abombada y esquinas que se vencen, notas informativas mal dactilografiadas, recordatorios de festividades ya pasadas, hojas volanderas con lemas elocuentes, estampas de santos de otros lugares. Me encuentro ante un sinfín de papeles fijados con chinchetas a la madera del atrio en la puerta de la iglesia que pretendía visitar. Me quedo leyéndolos, quizá por hábito, antes de entrar, pero detrás de mí acceden varios fieles que pasan sin siquiera alzar los ojos. No sé qué espero encontrar entre trípticos desplegados y folios con membrete eclesiástico. ¿La instrucción que resuelva el despropósito del tiempo? Quizá.
miércoles, 18 de enero de 2023
III /abandonos
No es cierto que los muros padezcan desmemoria. Ni en sí mismos, ni en los recuerdos que comparten con quienes se detienen a contemplarlos. Solo parecen olvidadizos los restaurados. Sus sillares impolutos y la argamasa impecable contrastan con lo que el guía turístico cuenta. Ninguna huella de violencia en su aspecto. Los muros abandonados, sin embargo, narran devenires con idéntica voracidad que la de los juglares hambrientos. Conservan las cicatrices con devoción. En cada muesca que enseñan se arracima el tiempo, ese advenedizo que nunca responde cuando se le pregunta. Igual que yo, que tampoco sé cómo interpretar mis erosiones.
sábado, 14 de enero de 2023
II /abandonos
No ha dejado el dibujo, esta tarde, ningún trazo sobre el cartón. Lápiz sin punta, tampoco la presión de la mano consigue marcas de su recorrido. Ni los dedos poseen suciedad suficiente para perpetuar un rastro. La luz crepuscular que la ventana filtra lo ha cubierto de tonos ambarinos que he admirado durante un instante. Después, al encender el flexo, he visto desparecer los matices que imaginaba como una expresión propia. Sobre la mesa, el rectángulo permanece con su terca indiferencia. Me enfrento a su blancura, como quien encara el agua de un estanque, y me miro a los ojos.
martes, 10 de enero de 2023
I /abandonos
La puerta se mantiene abierta donde ha estado siempre para permitir el paso. De quien entra. De quien ha salido y, tal vez sin saberlo, no ha de regresar. Como una alfombra de cerámica, las tejas rotas cubren el antiguo pavimento. Una techumbre precaria cuyas vigas carcomidas dejaron de sostenerla y se desplomó. Ahora las paredes están cubiertas por las ramas desabridas de una higuera que ha crecido junto a la casa. Y quien accede lo hace por un suelo de tejado. Aunque las paredes resistan, la imagen del espejo indica que nada queda dentro que recuerde una venturosa costumbre.
jueves, 5 de enero de 2023
Pequeño cuento de la noche de Reyes
Su padre había construido la casa al otro lado del río antes de que una crecida se llevara por delante el viejo puente. Desde su habitación solitaria ve cada tarde cómo sus compañeros disputan el partido en un baldío de ribera. Lo que está a un tiro de piedra le cuesta una hora a pie cauce arriba, hasta el pueblo vecino. La mañana de Reyes le despierta un jaleo en el patio. Se asoma a la ventana, pero se aparta al instante por evitar el balonazo que se estrella en el cristal. «Tu regalo», grita a coro toda su clase.
domingo, 1 de enero de 2023
Qué tal, 2023
Si la característica de lo antiguo es lo inverosímil de una permanencia, la novedad de lo nuevo radica en la repetición. Aquello que los convierte en opuestos es solo apariencia. Y gusto por lo que se muestra de modo intermitente. La reiteración de lo reciente se fundamenta, paradójicamente, en una continuidad más sólida que la persistencia de lo antiguo. De donde se deriva que aquello que se acaba para volver a empezar resulta más atractivo para el ser humano que lo que mantiene su vigencia. Aunque se pelee con el tiempo, imita a pies juntillas su afición a dar vueltas.
viernes, 30 de diciembre de 2022
Bye bye 2022
Te has ido —dice ella nada más verlo. Bueno —responde él—, no del todo, si aún estoy aquí y puedes decirme que me he ido es que aún no me he marchado. Andas en la cuerda floja de la lengua haciendo malabarismos —aduce ella irritada. Pero a ver, explícamelo —se justifica él con mímica de niño mimado—, qué juegos hago si sigo aquí, a tu lado, como siempre, como todos los días este año. Embaucador —grita ella fuera de sí—, mentiroso, ya te has ido y ni siquiera quieres confesarlo. Si fuera por mí —admite él—, me quedaría otro año.
sábado, 24 de diciembre de 2022
Pequeño cuento de Navidad
De pequeño no comprendía esta celebración del nacimiento del mismo niño. Parecía extraño que cada año naciera de nuevo quien había nacido el diciembre anterior. Como la realidad estaba llena de anomalías, me fui acostumbrando. De mayor padezco las mismas contrariedades de la infancia, con la diferencia de que ahora sé resolverlas. Entiendo esta fecha como un renacimiento. No del niño que renace, sino de uno mismo. Y tampoco del presente, que ya tiene muchos días de presencia durante el año, sino del futuro. Es decir, de lo que no existe, pero se puede modelar —un día— con el deseo.
martes, 20 de diciembre de 2022
Cuentos del hada jubilada (sexagésimo sexto)
En sus estantes, los libros de la sala ciertos días parecen pájaros erguidos sobre las ramas de los árboles. Miro sus colores y creo incluso escuchar el gorjeo de alguno. Las estanterías se convierten, entonces, en un bosque y yo en una peregrina desorientada. O tal vez en una naturalista que refunfuña ante los hábitos de sus contemporáneos. Las posibilidades son diversas. Dejo que vayan sucediéndose. Es lo que me han enseñado los pájaros. Llegan, revuelven, desconfían y se van. Los libros, ahora lo veo más claro, no son así. Llegan, confían y aunque nadie los abra, aquí se quedan.
jueves, 15 de diciembre de 2022
Cuentos del hada jubilada (sexagésimo quinto)
Por megafonía anuncian el final del viaje. La última parada. No puedo decir que no lo haya oído. Tampoco que no tuviera ganas de que acabara. El trayecto ha sido largo. Ha habido incluso una incidencia. Una leve invasión de humo y mal olor, al parecer el efecto de una chispa en la catenaria se ha colado en el circuito del aire acondicionado. Por fin el tren ha llegado, con algún retraso, a la estación término. Todos los viajeros han abandonado el vagón, en general con rapidez, menos yo, que continúo sentada cuando ya no queda posibilidad de viaje, desafiándola.
sábado, 10 de diciembre de 2022
Cuentos del hada jubilada (sexagésimo cuarto)
En un libro antiguo trufado con láminas de naturaleza, sentada en el balcón, contemplo la imagen de un colibrí. El papel amarillo oscurece sus colores, que entre árboles exóticos de países lejanos seguro que brillan con mayor intensidad. El dibujo tampoco es exacto, lo que no resulta un impedimento para admirar lo insólito de este pajarillo del tamaño de una caja de cerillas capaz de hacerle cosquillas al incógnito corazón de las flores. Su pico, tan fino y largo, parece un incordio para la vida cotidiana. A mí, creo, me resultaría incómodo para tomar una taza de té con pastas.
lunes, 5 de diciembre de 2022
Escrituras del barro / 7
Del televisor conozco la extensión geométrica de su negritud. Un rectángulo vacío. Con solo apretar un botón, incluso a distancia, se desbarata la percepción con un baile de formas y colores de la que es difícil huir, incluso cara a una pared, porque las imágenes llegan acompañadas por la fanfarria entera de los sonidos. Con imprimir una leve presión sobre una protuberancia mínima salta por los aires lo que existía. Los pensamientos, si asomaban, de inmediato desaparecen, diluidos en el torbellino que se fragua sobre la antigua oscuridad tibia. Se diría que su incesante despliegue solo pretende silenciar el silencio.
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