martes, 26 de septiembre de 2023

Chimeneas JV / 7



En un cuarto trasero del casino sé que se juega de tapadillo a los números babilonios. Cuando creí que tenía lo suficiente para que me dejaran apostar, me presenté con el mejor traje de que disponía y recién salido del peluquero. Aun así, el vigilante me impidió el paso. Necesitaba registrarme. Hice cola, otro día, en las oficinas, pero me faltaba, entre los papeles que exigían, el certificado de nacimiento, por si era un personaje literario. Luego, cuando lo tuve, me preguntaron quién era mi padrino. No supe decir que nadie y el nombre que dije resultó ser aún menos.

viernes, 22 de septiembre de 2023

Chimeneas JV / 6



Al final de la senda que abandona el camino tras rebasar el montículo se alza la choza donde habito. Un camastro, una mesa, una silla, un fogón. En el redil una sola oveja bala en pies trocaicos. Sus ancestros conocieron a Ulises, pero los míos solo supieron hablarme de ti. Para el día en el que aparezcas no tengo nada preparado. Me sentaré en un tronco para que ocupes mi asiento, te serviré la sopa en mi plato y yo la rebañaré de la olla. Tan seguro estoy de que no vas a venir como de escucharte deletrear mi nombre.

lunes, 18 de septiembre de 2023

Chimeneas JV / 5



Lo cierto es que nunca bajo los soportales oscuros —las bombillas fueron apedreadas hace mucho tiempo— he escuchado al pasar la melodía amable de una flauta, por más que tenga siempre la sensación de que lo voy a oír de un momento a otro. Unas notas tiernas, angelicales, embriagadas de sosiego. En su lugar atraviesa mis oídos la impericia de un taconeo de zapatos cuya altura resulta difícil dominar. Conozco también las frases con las que empiezan las sucintas conversaciones. No me dejo llevar por ellas. Espero, un día, distinguir aquellas notas como quien por el piar nombra al pájaro.

miércoles, 13 de septiembre de 2023

Chimeneas JV / 4



Retrata mi gesto a carboncillo en un santiamén. No le da tiempo a detenerse en detalles, pero veo cómo capta la impresión que deja un rostro en aquel con quien se cruza casualmente, levísima impresión que un soplo deshace. Ese no quedar nada de mí es lo que me impresiona del dibujo, que me enseña desde el taburete, en mitad del paseo y con un sombrero vuelto del revés en el suelo. Ahí es donde dejo caer unas monedas. Arranca la hoja del cuaderno y me la entrega. «¿Sin firmar?», le pregunto. «Tú eres nadie, igual que yo, fírmalo tú».

sábado, 9 de septiembre de 2023

Chimeneas JV / 3



Desde una loma algo más alta que la suya veo a lo lejos la reunión de Safo con sus acólitas. Una sombra de aromáticos pinos las acoge. Un arroyo, donde alguna se refresca los pies, ameniza la reunión con su monodia. Los vencejos revolotean en el cielo. No alcanzo, claro, a escuchar las palabras de la maestra. Por cómo se las beben con los ojos daría los míos a cambio de, ciego, escucharlas. Mi vida, ay, solo conoce cabras, encinas, espartos y de vez en cuando una víbora debajo de una piedra. Todo lo que no oigo tampoco sé imaginarlo.

martes, 5 de septiembre de 2023

Chimeneas JV / 2



Cuando deja la gorra sobre la mesa de roble me detengo a observar la suciedad que se acumula en los ribetes. Una única mancha grasienta le da la vuelta a todo el perímetro interior. En una esquina de la visera descubro sin problemas el lugar donde los dedos imprimen un leve movimiento de palanca para ponérsela o quitársela. Desde que lo conocí, en los manuscritos renacentistas que consultaba en la biblioteca universitaria, no lo he visto con otra gorra ni con una vestimenta diferente. Es el viejo pastor de las églogas, como entonces al hablar esparce pequeñas gotas de saliva.

viernes, 1 de septiembre de 2023

Chimeneas JV / 1



En un camino encuentro al perro de Penélope. Gruñe, amenazador. Inclina la cabeza, como dispuesto a atacarme. Se me ocurre, para calmarlo, decirle: «¿No me conoces? Soy Ulises». De repente cambia el gesto, me mira, abre la boca y deja caer la lengua, que babea como una sábana tendida en una calle de Nápoles. Mueve el rabo con fuerza. Se acerca a mí, conciliador. Lo acaricio y se deja acariciar igual que si fuera su amo. La rabia entonces empieza a morderme por dentro, ¿y si Ulises no hubiera regresado nunca y todo hubiera sido una estratagema de otro pretendiente?

lunes, 28 de agosto de 2023

Microlecturas | 26 | Oriana


Concebida como figura mítica, Oriana, «la oriunda de sí misma» encarna el mito de quien concibe cuerpo y pensamiento no solo como fuga de oscuridades y monstruos, sino también como modo de «dilatar / los límites de la fantasía». Iris Parra abre las puertas de este universo privado y propio, que con frecuencia emerge deslumbrante en mitad de la vida cotidiana, pero sobre todo realiza una intensa reflexión sobre su necesidad, sus virtudes escondidas y las implicaciones del sujeto: «Narras, inventas, como latido». Así lo evoca desde su poética: «Violeta azotada por los vientos / en el risco de una llama en extinción».

jueves, 24 de agosto de 2023

Microlecturas | 25 | Aquí se arregla la sed



La soleá es una estrofa popular y flamenca que siempre se ha avenido a un destino contemporáneo. Lo fue en tiempos de Lorca y vuelve a serlo en el siglo de Jesús Aguado. La suyas subrayan la atemporalidad feliz del sentimiento amoroso, no por sí mismo, sino como una forma de devolverle al presente un sentido completo. Y de rebote integran al amor en su propósito: «Desnudarse no es sencillo / que el alma tiene que hacerlo / al tiempo que los vestidos». Si Bashō hubiera nacido en estas latitudes no hubiera escrito haikus, sino soleares como las de Aguado.

sábado, 19 de agosto de 2023

Microlecturas | 24 | Savamala o la eternidad



En Belgrado, el barrio de Savamala es, como sugiere uno de los relatos, un testigo que se recoge y luego se entrega en esa carrera que nunca es igual a sí misma que es la literatura. Pablo Martínez Rosado (1978) lo recibe de Milorad Pavić y se lo pasa al lector tras estas siete tramas de escritura caleidoscópica, donde narradores y personajes fluyen de modo asimétrico y traslúcido mientras reflejan en su discurrir, como el río Sava, las tensiones hondas e íntimas de la existencia: «El cableado del tranvía trama y designa las entradas en el diccionario de la ciudad».

lunes, 14 de agosto de 2023

Microlecturas | 23 | Últimas noticias de la humanidad



Los relatos de Francisco Hermoso de Mendoza (1975) tratan de tú al lector desde el principio. Lo sientan a una mesa y por hosco que sea su día, le encienden una sonrisa en la mirada que lee. No se va muy lejos para narrar. Desde la terraza de una cafetería es posible ver pasar sus personajes. Pero quien los mire, no va a ver nada, porque el nadir de su dimensión empieza a desvelarse cuando arrancan a hablar, allí donde la prosa discurre por el cauce de arroyo que anhela ser cascada cuyo hervor no solo pasme, sino también revele.

jueves, 10 de agosto de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo séptimo)



Pudo haber sido el día perfecto, incluso desmesurado. Una fecha que señalada desde hace tiempo en rojo sobre el calendario de pared por fin llega. Y antes de amanecer los ojos ya la buscan. La ropa por estrenar también se impacienta. Y luego, un recorrido de horas completo. Una actuación de secundarios impecable. Los protagonistas, sublimes. El plató donde todo ocurre incluso excede lo que se espera de la realidad. En fin, ningún estropicio, nada a destiempo, cero arrepentimientos. Pudo haber sido así, como si un mago lo hubiese urdido. Pero en un momento cualquiera, sin esperarla, irrumpe la noche.

domingo, 6 de agosto de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo sexto)



Hay asuntos que una desarrolla y persigue a lo largo del tiempo, en cumplimiento de su oficio de hada, y otros que se cuelan en sus meditaciones sin que nadie los haya invitado. Así es la vida, un tratado que no se ha escrito sobre las sombras. Un mito inútil, el del hombre que perdió la suya. A ciertas edades meridianas nadie la tiene. Es el crepúsculo el que la va estirando en el camino, el que la dibuja entre las flores, quien la vierte desde una barrica de oscuro vino que deja con el grifo abierto todo el tiempo.

martes, 1 de agosto de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo quinto)



Pajarillo casi japonés, de cola anaranjada, que has aprovechado mi semana de vacaciones para construir tu nido en el patio, perdona mi repentina intromisión en tu mundo. Al verme te has asustado como me amedrento yo si alguien se acerca con impertinencias, y al huir volando has tropezado con la marquesina y seguro que te ha dolido el roce. Además de la usurpación. Al poco te veo regresar y observarme desconfiado desde lejos. Me encierro dentro sin saber qué hacer. Creo que no voy a poder prescindir del patio y tú no vas a consentir compartirlo. Qué complicado es todo.

viernes, 28 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo cuarto)



Ni se me hubiera ocurrido pedirles que hicieran lo que en aquel momento inaugural hicieron, como si se tratara de dos subordinadas con contrato temporal, o incluso, dos empleadas sin papeles a las que incomoda tanto darles trabajo como negárselo. En fin, no me considero culpable, aunque fuera yo la responsable de sus movimientos, de lo que por su cuenta planearon para obtener sensaciones y conocimientos que nunca había pretendido alcanzar por mí misma, en mi centro de control, que era el pensamiento. No fui yo quien desabrochó los botones de la camisa del muchacho aquel, sino ellas, mis manos.

domingo, 23 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo tercero)



No me ha confesado nadie haber tenido un sueño, de los que se persiguen despierto, donde transitaba entre sonrisas de desconocidos con una copa en la mano. Exudando ambos, los cuerpos y los vasos largos. Tampoco he sabido de nadie aficionado a la música de fondo (pero en superficie) que suena en los cócteles. Ni de entusiastas de los trajes que se lucen como si todos se hubieran vestido con lo primero que han encontrado al sonar el despertador. Nadie que haya cambiado una actividad familiar por oír pésimos chistes en los corrillos de dirección. Y, sin embargo. Incluso diría.

martes, 18 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo segundo)



Como irse a vivir fuera de la ciudad, a un suburbio que queda lejos del lugar de trabajo, con pocos servicios, ningún consultorio, un abúlico supermercado y aire no del todo más limpio por las fábricas que, construidas en la distancia, el urbanismo las ha saltado para seguir expandiéndose. Tal que así fue abandonar el territorio de la infancia donde tan risueña había crecido. De repente, un depender del horario de los trenes, del retraso de los autobuses, de la previsión de las compras, del olvido de los espectáculos, del vacío de las calles. Adolescente que se revienta los granos.

viernes, 14 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo primero)



Nunca parece haber nada en lo que existe en la isla. Solo lo que está a la vista. El repetido vaivén de las olas rutinarias. Y sobre las dunas, la rala maleza que el viento con desdén despeina. Un sendero lleno de charcos que nutre la tierra misma allí donde la erosión es más profunda. Para olvidarlos basta avanzar sorteándolos. Nada de cuanto se ve prende en la memoria. Lo que daría entonces por escuchar al oído alguna de las canciones de Ariel, acompañadas quizá por el eco de un lejano campanario, que le atribuyera un significado a tanto pasado.

lunes, 10 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (septuagésimo)



No se mueve el aire en los pensamientos previos al sueño. Nunca se eleva sobre el bosque el rumor de las hojas, ni tampoco el gorjeo del pájaro que se detiene sobre la rama. No tiembla la maleza por el paso de alimañas bajo la hojarasca. El arroyo que zigzaguea por la ladera camina hacia los tiempos futuros mudo. Como el rebaño que puntea, desde lo alto, la unanimidad cromática del prado. Así el sendero por donde avanza un carro cargado de heno. Y en esta quietud, qué mal se comprende el lejano resonar del hacha que tala el tronco.

miércoles, 5 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (sexagésimo noveno)



Me cuenta Leila sus vacaciones en la hermosa casa junto a la playa que le han prestado. La veo, sudorosa, cuando vuelve de correr. Está contenta, pero angustiada pensando que cada día que pasa es un día menos para su gozo con fecha de caducidad, y al mismo tiempo ansiosa por aprovechar hasta la última gota de su tiempo aquí. Sin perder ni un segundo, me promete. Leila, le digo, qué equivocadas andas. Para ti el tiempo solo es sinsabor por lo pasado y futuro aún sin sabor. Ni te enteras de que el helado solo existe en el presente.

sábado, 1 de julio de 2023

Cuentos del hada jubilada (sexagésimo octavo)



Ahora que estoy muy jubilada, y ya no se me requiere para maravilla alguna, contemplo la ciudad desde el balcón. Fue casi instantáneo mi abandono de la práctica de la magia oculta y el que los elfos encontraran empleo y los gnomos pudieran ascender en el escalafón. Pensé que me dejarían en paz. Pero aún me rondan los duendes con atravesada mirada, y me pregunto qué querrán de mí, ahora que ya no atesoro nada. ¿O sí? Miro alrededor: este balcón, la tumbona para leer, la cocina donde me preparo un daiquiri. ¡Mi pisito de hada boomer en el centro!

lunes, 26 de junio de 2023

Bailar # 7



No existe silencio, ni en la fiesta ni en el club. Lo más parecido es una botella de agua que devuelve los líquidos que el sudor roba al cuerpo. En el instante de detenerse, alzar el brazo y beber aparece una mano que reclama un sorbo. Y después una segunda ya se da la vuelta y el agua huye hacia incógnitas gargantas. A cambio a veces se dicta un número que se inscribe con errores en el móvil y de vez en cuando, un beso. Que parece llegado de otro tiempo y, como la botella, dispuesto a partir de inmediato.

jueves, 22 de junio de 2023

Bailar # 6



Los pasos que nos igualan ante los demás, en la pista distinguen siempre la singularidad de cada cual. La identidad que se abandona al empezar a bailar, se recupera como una impresión difusa entre quienes bailan al lado. Nada hay más estimulante que los antagonismos. La unión que no existe se extiende conducida con fervor por el ritmo, piloto de un avión que vuela cielo adentro sin haber despegado del suelo. Nunca la lejanía natural entre desconocidos se ha expresado con mayor confianza. Juntos en un único propósito carente de finalidad. Lo que las paradojas anudan, ningún presente consigue desatar.

domingo, 18 de junio de 2023

Bailar # 5



Las viñetas insaciables del movimiento carecen de idioma. Las palabras que han sido expulsadas solo recobran un ápice de sonoridad en la cola de los servicios, donde el dibujante añade uno sobre otro los bocadillos verbales. Unos junto a otros, pegados entre sí, vocablos infiltrados en los oídos ajenos. Conversaciones corales sin director del coro y sin partitura. Frases que se pronuncian para nadie, pero cualquiera puede interpretar. La multitud desconocida que aguarda se transforma en comunidad a través del lenguaje vertido como fina lluvia. La extraña familiaridad que suscita una puerta que tarda en abrirse, pero rápidamente se cierra.

martes, 13 de junio de 2023

Bailar # 4



El arco de medio punto que sostiene el enladrillado de la noche. La intimidad recuperada por las paredes de piedra que han resistido a la intemperie. Los palos torcidos de un antiguo vallado en conversación con las sombras de los conjurados. Las ramas de la higuera extendiéndose como brazos de un devoto cuando reza. La música, su oración. La alfombra de la maleza pisoteada por quienes bailan. Los bidones oxidados vestidos con el reflejo de las luces. El súbito amanecer entre las ruinas del viejo pajar desenmascara cuanto el ritmo ha confundido mientras reinaba la luna sobre la fiesta ilegal.

viernes, 9 de junio de 2023

Bailar # 3



Cada noche que se cruza el umbral, se vuelve a entrar por primera vez en el club. Y suena el ritmo que sonaba aquel día, aunque el DJ ni tenga el disco entre los que piensa pinchar. Y merodean la pista no las personas que ve sino las que había entonces en pie, junto a la barra, con un vaso en la mano y una sonrisa que expresaba aceptación. Empezar a bailar es también arrancar los movimientos como si no se hubiera hecho nunca y sin contar con la seguridad de que los músculos respondan a las exigencias del instante.

lunes, 5 de junio de 2023

Bailar # 2



La noche utiliza para su escritura una estilográfica cuyo plumín gotea tinta evanescente. Los cuerpos, que han entrado en su refugio con la perfección de los cuidados, pierden rotundidad. La cadencia de los colores que traen se desvanece cuando interpretan los designios del presente sobre la pista. La hermandad del sudor convoca a sus adeptos. Ninguna copa del encinar permanece indemne al cierzo. Ninguna gota del torrente evita el salto al llegar a la cascada. El sudor mira en la frente, habla desde el plexo solar, grita en las axilas. Oprime los pensamientos, a los que anuncia su inmediata desaparición.

jueves, 1 de junio de 2023

Bailar # 1



Insaciable geómetra, la música genera figuras adictas al movimiento, pero las plasma sobre la pista con desdén. Cuanto mayor sea el número que produce, menores resultan la precisión del trazo y el respeto a la identidad. Geómetra inexperta, la música confunde lo que ocurre en el espacio que domina y lo que pasa en el infinito que los deseos proyectan. Desatiende la superficie de los cuerpos, que agrupados se transforman en grumos. Sus hallazgos, nadie duda de su genio, se acumulan en el cajón donde los abandona. No trata de conservar en su memoria ningún gesto. Huraña, renuncia al tiempo.

domingo, 28 de mayo de 2023

Biblioteca de huecos | 14



No es verdad que en las fotos las personas permanezcan tal como las retrataron, o no es cierto del todo. Cuando se fue a otra ciudad, en otro país tan lejano, hace tanto tiempo, dejó sobre la cómoda, en un marco de madera, su imagen de entonces. Ahí le vi sonreír, igual que sonríe, mientras mantuvo la juventud, pero con el tiempo se le fue apagando el rostro; la piel, como la mía, ha perdido lozanía; las primeras canas brillan donde ya tengo el pelo blanco y los ojos tristes con los que miro la fotografía son también los suyos.

miércoles, 24 de mayo de 2023

Biblioteca de huecos | 13



Lo que une a los granos —cientos, miles, millones— en un conjunto que se concibe unitario, como arena, es también aquello que impide su unidad. Lo que separa a cada uno de los granos de sus semejantes confirma la unión. La oposición de ambos conceptos es posible porque se da con carácter simultáneo. Los granos al mismo tiempo que están juntos permanecen separados. O, dicho de otro modo, su separación es lo que los reúne. Si un filamento de vacío les otorgara identidad, podrían crecer individualmente, pero no serían un único concepto, sino una pluralidad, como piedras. Y tendrían historia.

viernes, 19 de mayo de 2023

Biblioteca de huecos | 12



Durante dos semanas de verano llevé, como si estuviéramos en enero, un pañuelo anudado al cuello. «La garganta», decía, e incrédulas mis amigas aguzaban la vista por descubrir cómo escapaba de la censura el borde amoratado de un chupetón. Ya no quedaba nada de la tarde en la que ocurrió, ni del chico que lo produjo, que no había vuelto por el pueblo, ni de la música que bailamos en la fiesta. Aquel raro vestigio, prueba que se presenta ante el juez para demostrar un hecho, era lo único que permanecía de lo que había sido, pero ya no era.

lunes, 15 de mayo de 2023

Biblioteca de huecos | 11



Cuando llego antes de hora a la sala de clases, a veces me atrevo a subir a la tarima y me acerco al atril de pie para contemplar las sillas donde nos sentamos a escuchar. Lo que ahora es nadie, poco a poco se irá llenando con identidades diluidas y gestos desdibujados entre los que el profesor distinguirá una u otra cara conocida. Solo quien mira al conjunto tiene la palabra. Y el día en el que destacó algunos trabajos quedé sin nombrar. Y al salir, si alguien me lo hubiera preguntado, no acertaría a decir cuál era mi apellido.

viernes, 12 de mayo de 2023

Biblioteca de huecos | 10



No ha pasado todavía nadie por el camino esta mañana o al menos con la niebla no he sido capaz de verlo. Se han dejado las luces del patio encendidas toda la noche. Creo que están de vacaciones, pero no sé cuándo vuelven. Suele regresar a la hora en la que salen los niños del colegio. El piso está vacío desde que hace años falleció su propietaria, creo que tenía un hijo, pero nunca lo he visto. Bajan con frecuencia desde aquel barrio a comprar en la panadería, que les gusta más que la suya. Como anochece aquí tan pronto.

lunes, 8 de mayo de 2023

Biblioteca de huecos | 09



Le digo que lo he escuchado por ahí, sin recordar dónde ni quién lo explica. Insisto en que no es cosa mía, sino de oídas. Por mi parte, nunca se me hubiera ocurrido algo parecido, de eso puede estar seguro. No soy yo quien habla en esas afirmaciones, que me limito a repetir como quien canta el estribillo de una canción que suena mucho en la radio. Es otro, o mejor, son otros quienes lo cuentan, conversaciones que circulan sin que algo concreto las haya provocado y, de repente, se atan cabos. Nada personal hay en lo que te diga.

miércoles, 3 de mayo de 2023

Biblioteca de huecos | 08



Colecciono fechas. Mías, de los demás, de nadie. Como etiquetas que cuelgan de un hilo de la prenda con el precio en los comercios, en el pensamiento anudo a cada experiencia, conocido, lectura, acontecimiento un día, un mes, un año. A veces, incluso una hora. Con el dato la defino. Manejar el volumen de este diccionario es, para mí, pensar. Huyo de cronologías. En lo que fue antes o después, me pierdo. Es como un baile donde un catorce de enero saca a bailar a un veintiséis de mayo. Unas se entienden entre ellas, otras no se pueden ni ver.

jueves, 27 de abril de 2023

Biblioteca de huecos | 07



Una tarde de mi infancia habíamos vuelto de compras en metro. Se abandonaba la estación por un estrecho corredor que flanqueaba el andén vallado y una pared de ladrillo. Contra ese muro aplastó un empujón a mi madre cuando procuraba sujetarme la mano con más fuerza. Los dos oímos un temible chasquido en la bolsa donde transportaba un jarrón enorme por el que mi madre había quedado fascinada. En casa comprobamos un costado astillado, que dio en agujero. Lo colocó de cara al lado opuesto y ahí lució durante años, aunque cada vez que lo miraba veía la invisible rotura.

sábado, 22 de abril de 2023

Biblioteca de huecos | 06



Si no lo digo es como si no existiera el pensamiento al que le doy valor de mío por haber nacido dentro y formar parte del recinto que denomino intimidad. Esas columnas de hormigón que ocultan los albañiles cuando alzan el edificio de la experiencia. Y si lo digo, al decirlo, cuando lo propio se desvela convertido en algo pensado, deja de ser exclusivamente mío y queda ubicado en oídos ajenos, como quien ha vendido una propiedad y ya no puede decidir el color del que quiere pintar las ventanas. Si hablo me vacío y si callo siento el vacío.

miércoles, 19 de abril de 2023

Biblioteca de huecos | 05



Al salir me atropella. «Por favor —elevo la voz al decirlo—, un poco más de cuidado, que hay personas». Le veo azorarse. Eso no lo espero. Me dispongo a participar en una disputa dialéctica rápida, enseguida preparo una buena respuesta a su presumible gesto de desprecio. La bronca de baja intensidad es el sistema de cortesía ciudadano. Sin embargo, le veo enrojecer. Lo lamenta con voz entrecortada. Se culpa por su impresentable prisa. Más vulnerable él que yo vulnerada. Qué hermosa anécdota —un rayo cruza mi pensamiento— para evocarla en cada cena de aniversario. Repite las disculpas. Se va.

jueves, 13 de abril de 2023

Biblioteca de huecos | 04



En el Diario de los días que no he vivido el reportero de guerra e irredento aventurero Clemente Casín relata con detalle cómo despierta con las noticias de la radio, enrosca la cafetera, tuesta el pan, hace la cama. Evoca la conversación con el conserje sobre el tiempo previsto para la semana siguiente. Describe el paseo hasta el parque, donde se sienta bajo los tilos a ver transcurrir la mañana. Enseguida se descubre que se trata de un libro de ficción, porque ocupa siempre el mismo banco; algo absurdo, pues la sombra que gusta en verano el invierno la desaconseja.

lunes, 10 de abril de 2023

Biblioteca de huecos | 03



Cuando me rebasó en el bulevar con atlética zancada, de repente se dio la vuelta y su sonrisa, esplendorosa, me saludó en una lengua que no supe identificar. Quise estar a su altura, pero tropecé en el sonido de la palabra que iba a pronunciar, balbucí y hasta creo que me puse como un tomate. Volvió a mirar al frente, desapareció. Y para que no desapareciera el momento, me lo cuento cada noche al acostarme. Oración que le rezo al dios de lo que permanece. Como cada noche le añado un detalle al acontecimiento, el extranjero pronto pedirá mi mano.