No hay peor error que el de confundir una cita con una historia. Ni se parece a un capítulo. Tampoco posee la arrogancia de un fragmento. Es un contenido que no implica nada. Sin compromiso el amor actúa como un rito sin creencia. Mejor practicarlo al modo de los hombres de mi familia, que nada más salir el cura, se deslizaban hacia la puerta de la iglesia y enseguida encendían un cigarrillo. Quizá de este modo se excusaban ante lo invisible. Es lo mismo que practican las palabras en una cita, salen a fumar cuando se les exige un significado.