viernes, 27 de octubre de 2023

Microlecturas | 31 | El tranvía verde de Alejandría



«El recorrido es una experiencia». Así define Rodolfo Häsler (1958) el libro, publicado en octavo, pero mayor en su bibliografía. Viajero que no olvida registrar la inquietud de quien mira en un cuaderno, aquí el poeta da un paso más y elabora para la ciudad de Alejandría un certero símbolo: el de los tranvías verdes que recorren sus calles. En la parada o a través de las ventanillas del interior, en busca de un café, tratando de preservar la integridad de un merengue o tras los pasos de Kavafis, la experiencia se torna metáfora de un desamparo que también ampara.

lunes, 23 de octubre de 2023

Microlecturas | 30 | Junto al pozo del vivir y el ver



El poeta neoyorquino Charles Reznikoff (1894-1976) fue un magnífico cronista de su ciudad, tanto en versos brevísimos, de ideación casi japonesa, con trazos impresionistas llenos de sugerencias («Ya han empezado las lluvias de otoño / pero ahora hay una pausa; / las hojas flotan / en los charcos de las aceras. / El paseante solitario oye tan solo / el ruido de motores veloces»); como en poemas extensos, narrativos, donde diversos personajes interpretan el genio de la ciudad. Pero sin duda lo mejor de su obra es la autobiografía de su infancia y juventud escrita en poemas largos, que convierten la memoria en íntima vibración.

miércoles, 18 de octubre de 2023

Microlecturas | 29 | Altamar



Como en altamar hablan agua y viento, Altamar está escrito de modo dialogado, un recurso perfecto para una voz dominante que no modula su ronquera y ni un profundo disgusto con el mundo, de modo que es la sombra de esta voz rotunda la que endereza los trazos, crea perspectivas y da volumen a lo que opta por expresarse con la aspereza tal como se ha sentido: «Nací para la muerte / y nadie me avisó del malentendido». Libro brutal y reflexivo, atroz y delicado, testimonial y erudito, José Antonio Moreno Jurado no ha querido silenciar nada, ni amargura ni pensamiento.

sábado, 14 de octubre de 2023

Microlecturas | 28 | La belleza fragmentada



Lo que primero destaca en La belleza fragmentada, obra de Juan Manuel Uría (1976), es el ritmo con el que están escritos sus versos. En expresión del autor, el «pensamiento musical». No se lee, se escucha su arrebato verbal, que fluye, envuelve, deslumbra. Los diecinueve cantos que lo componen apuestan por la simbiosis completa, arraigada en la experiencia, de algunos elementos que la visión contemporánea disgrega: el cuerpo, el dibujo, la poesía, la música, el lugar, el tiempo, el pensamiento, la belleza, el amor, los pájaros y la muerte. Una lúcida teoría del arte, o mejor, su partitura. Su música. 

lunes, 9 de octubre de 2023

Microlecturas | 27 | En familia



«Casi un dietario» subtitula José Manuel Benítez Ariza (1963) su colección de ensayos «sobre cine español». Y la mención es importante. Significa que el autor no se sitúa sobre una tarima frente al lector, sino que, sentado a su lado en el sofá, ve y comenta con él las películas. La erudición que exhibe En familia es solo la necesaria para comprender los contextos y para explicar las opiniones. Y en ocasiones se agradece, sobre todo cuando relaciona la cinematografía española con los movimientos generales del cine americano y europeo. Y sabe distinguir con precisión la paja y lo relevante.

jueves, 5 de octubre de 2023

Chimeneas JV / 9



En la piedra que el joven lanza con audacia al lago por admirar después los círculos concéntricos que provoca sobre su superficie, ¿dónde se esconde el poema? ¿En el ojo que salta desde su órbita tras el impacto y cae a la arena convertido en un amasijo informe de vísceras? ¿O en el cielo sanguinolento que se derrama por las montañas en la puesta de sol de un día de verano? ¿O tal vez en la cadena con la que el accidentado ata a una farola su bicicleta antes de que llegue la ambulancia que se lo ha de llevar?

domingo, 1 de octubre de 2023

Chimeneas JV / 8



En un rincón de la taberna dormita el deshollinador. El móvil en la mesa, a la espera de algún cliente. Nieto e hijo de deshollinadores, ha heredado un oficio que ya no le sirve para ganarse el pan. Solo, quizá, algún que otro vaso de vino, como el que sostiene ahora en la mano. No hay nada que odie más que la limpieza que proporciona la electricidad. Sueña despierto con una colosal hoguera que lo dejara todo tiznado y tuvieran que llamarle, como medida de urgencia, para que devolviera la luz deslumbrante a las columnas, frisos y frontones del Partenón.