miércoles, 26 de febrero de 2020

Unterschleissheim



Sí, no me queda más remedio que reconocerlo. Me he enamorado. Dicen que el amor no es pragmático, pues se equivocan. No he llegado tarde ni una sola mañana a la oficina, como tenía por costumbre hasta el día en el que alcancé de milagro el de las 8:29. Entré cuando las puertas se cerraban. Y la descubrí allí, mirando el móvil, indemne al gentío. A veces sonreía ella sola, como si le hubiera enviado yo un mensaje desde otro mundo. Me sitúo cerca, pero discreto. He meditado decirle algo, pero temo que el mínimo mohín de rechazo me desenamore.

sábado, 22 de febrero de 2020

Unterföhring



Me pidió que no fuera. Que me quedara por ella. Como si tuviera que actuar por la gente y no por mí mismo. Porque me apetece. Porque me da la gana. Como si tuviese que dar explicaciones de lo que haga o deje de hacer. Por ella. Qué gracia me hizo. ¿Qué hace ella por mí?, esta es una buena pregunta. Nadie sabe hacerse buenas preguntas, solo meterse en medio. Y en mí no manda nadie. Lo que quiera. Lo que se me ocurra. Eso haré. Subirme al tren en cuanto venga e ir. Porque ir es superior a mí.

martes, 18 de febrero de 2020

Neufahrn



Que un día, mañana quizá, añore la parsimonia con la que el reloj se acerca a la llegada del tren, el viento que sacude los andenes, la gente que se arremolina donde se abrirán las puertas y los vaivenes del trayecto sujeta a una barra que repueblan de microbios infinidad de manos. Que prefiera el zumbido destemplado del despertador, el café de estampida, la noche aún pegada a fachadas y cielo, eso a cualquier otra cosa que me aguarde. Que lo encuentre ya hermoso ahora, que voy a entregar la baja que me firmó ayer, en la consulta, la oncóloga.

viernes, 14 de febrero de 2020

Lohhof



Habrá un día, y espero que no sea como este tren y no tarde en llegar, en el que me moriré de la risa de toda esta gente que espera de pie, a punto de congelarse, con la vista perdida en un punto donde las dos paralelas se unen, y lo que las une no aparece. Me partiré el pecho pensando en las puertas que se abren y la multitud que se arrolla por entrar en un vehículo que jamás van a conducir. En ese momento cambiaré de marcha y apretaré el acelerador diciendo bye bye trenecito. No falta tanto.

domingo, 9 de febrero de 2020

Johanneskirchen



De hecho, no puedo decir que sean conocidos. Ni sé sus nombres, nada de sus trabajos y menos de su carácter. Que han de tenerlo. A veces una forma de anudarse el pañuelo de cuello o de golpear el cemento del andén con la puntera de la bota permiten intuirlo. Pero tampoco puedo decir que sean desconocidos. Cada mañana laborable aparecen puntuales para tomar el tren de las 8:14 —siempre he pensado que los minutos se deciden para quienes redondean las horas. A las ocho y cuarto ya lo han perdido. Algunos días incluso paso lista. Y sé quién falta.

miércoles, 5 de febrero de 2020

Ingolstadt Hbf



De tener que construir algo útil para la raza humana, asunto harto improbable, diseñaría un túnel vertical y un convoy que lo enfilara vertiginoso rumbo a los magmas ígneos del centro de la tierra. No con la pretensión de enviar allí a la pequeña multitud que aguarda arracimada el tren a estas horas, qué va, sino para lo contrario, por salvarla de estas agónicas esperas. La convicción de que nunca llegarían a ninguna parte en tren alejaría a los seres humanos de las estaciones, de las que huirían asustados, y los retendría en sus pequeñas huertas, junto a los corrales.

sábado, 1 de febrero de 2020

Daglfing



No todas las que se sientan solas en los bancos del andén han de ser necesariamente personas solitarias. Yo mismo puedo ser un ejemplo. He dejado la mochila sobre mi asiento de la derecha para ocupar el último a la izquierda. Así me quedan las manos libres para manipular la pantalla del móvil mientras acabo con la bolsa de nachos. Me parecería injusto que me tomaran por quien no soy. En especial quienes arrastran maletas y parecen emprender un viaje a un lugar mejor que este. Siempre he pensado que las pasean vacías, solo para aparentar lo que no hacen.