lunes, 18 de noviembre de 2024

Aforismos del unicornio | 3



Una de las virtudes de lo inexistente es la falta de contradicciones en su esencia. El no haber acontecido nunca le libra de la imposible posibilidad de una repetición. Puede ser convocada innumerables ocasiones, y siempre se vivirá de la misma forma aunque siempre parezca diferente. Al no ocurrir, permanece inalterada como potencia. Tampoco le afectan los olvidos, ni las recreaciones, ni las dudas que contraen o extienden todo aquello que tuvo realidad. Por no haber existido mantienen vírgenes sus opciones de duración. Sus cualidades simbólicas, a diferencia de lo que perece, exhiben ingenuas su firme candidatura a lo eterno.

jueves, 14 de noviembre de 2024

Aforismos del unicornio | 2



Cuanto ha ocurrido se conserva atravesado por una lacerante contradicción, difícil de desentrañar. Por una parte, cualquier suceso, feliz o adverso, por el hecho de haber existido ya puede repetirse en otro presente. Pero al mismo tiempo se ve sometido a una estricta ley que impide de modo absoluto su repetición. Así, en el caso de una guerra, los errores que desembocaron en el conflicto amenazan con reiterarse, pero los muertos nunca serán los mismos que en las contiendas anteriores. Para el caso de un hecho cuya repetición se desee, la vivencia será diferente a la recordada. Incluso, quizá, opuesta.

sábado, 9 de noviembre de 2024

Aforismos del unicornio | 1



Las razones de la existencia de lo que no existe emanan de la propia experiencia del tiempo y de la condena a la inexistencia, antes o después, de cuanto ha existido. A partir de esta evidencia es posible distinguir algunas pautas extrañas con las que el pensamiento ordena la realidad de un modo diferente a como había acontecido. La primera es la intrincada frontera, en cualquier hecho pasado, entre lo que ocurrió y lo que nunca pasó de tal modo. En consecuencia, la proyección hacia el presente de lo que ha existido se mezcla con lo que no tuvo existencia.

martes, 5 de noviembre de 2024

Fugas / 14



Preocupa en el Sindicato del Crimen la fatal paradoja que ha conducido ante el juez a muchos de sus mejores integrantes mientras el nivel general de sus miembros desciende constantemente, y sin que medie una mayor actividad policial. Se da el caso de que quienes son capaces de preparar el golpe más audaz, en el que se cumplen los pasos previstos con perfección, el día en el que un eslabón se suelta resultan incapaces de improvisar una huida. Y, por el contrario, aquellos que realizan trabajos chapuceros, improvisados, desastrosos consiguen, tras sus estropicios, convertirse en experimentados artistas de la fuga.

viernes, 1 de noviembre de 2024

Fugas / 13



Entre los autores de haikus existe la convicción de que una actitud pedagógica resulta conveniente en la escritura poética. Creen que sin ella el lector de sus textos podría sentirse timado por la escasísima inversión en sílabas con la que están resueltos. Es necesario mostrar que la abundancia no es lo único que aguarda el plato del lector cuando vacío se extiende hambriento frente al puchero. Hay que enseñar desde la infancia que el pensamiento no tiene por qué exigir los mamotretos que suelen adscribir a su nombre los filósofos. Ahora bien, cuando olvidan este propósito, escriben los mejores poemas.

lunes, 28 de octubre de 2024

Fugas / 12



Los mingitorios de aeropuerto muestran una ciega vocación de servicio no siempre comprendida. Se trata de una ceguera que no se vincula al emisor, pues desde la vocación hiperrealista de los grandes espejos hasta el mecanismo pendular del cierre en las puertas, todo está pensado para facilitar el uso, bien sea de los urinarios, inodoros, pilas, grifos, recipientes de jabón o secadora de manos, en el momento previo a surcar los cielos. Los que no lo advierten cuando acceden son los usuarios. Pese al alto número de visitantes, la posibilidad de que el servicio sea recordado alguna vez resulta nula.

jueves, 24 de octubre de 2024

Fugas / 11



No dice gran cosa sobre su naturaleza la palabra «mancha» con la que se designa la pérdida de armonía cromática de un objeto o de una prenda. La mancha misma, en sí, resulta más explícita. Indica actividades, por ejemplo, incluso los ingredientes de una comida. También aporta información sobre las circunstancias climáticas de un lugar o sobre su orografía. Nada de ello, sin embargo, se especifica con la palabra, que por otra parte incluye todos los matices posibles, ya sea en el exterior y visible, o en la de recia textura mal disimulada entre el montón de la ropa sucia.

sábado, 19 de octubre de 2024

Fugas / 10



La mayor destreza del revisor en una línea ferroviaria es descubrir desde el andén al viajero que accede sin billete. Quizá por el escaso nerviosismo y la poca prisa con los que sube, mientras el resto se apresura con movimientos inconexos y precipitados. O porque no se asegura de la portezuela echándole un vistazo a un trozo de cartón que se sujeta entre los dedos como si fuera la clave de salida del laberinto. Y al contrario, mantiene la vista alta tratando de reconocer a quien le ha detectado ya para evitar pedirle que muestre el pasaje que no tiene.

martes, 15 de octubre de 2024

Fugas / 09



Cuando alza la persiana del taller el mecánico y de repente la luz de la calle lo inunda, el color de las legañosas paredes hace esfuerzos por mostrarse con una apariencia que sea digna de su nombre. Hay tuercas por el suelo, una columna de neumáticos usados, restos desperdigados de paños blancos rebozados en grasa negra y un brillo amargo en el pequeño charco de aceite donde se ha hundido el pavimento de indefinidas baldosas. Enciende a continuación un cigarrillo y tras unas caladas rápidas lo deja caer y lo aplasta, con prisas porque en ese instante empieza el cántico.

jueves, 10 de octubre de 2024

Fugas / 08



En el carro del supermercado que utiliza el recogedor de chatarra para transportar los objetos metálicos que encuentra abandonados por las calles o tirados a la basura hay una vieja cafetera, una plancha usada y un artilugio extensible para tender la ropa. Bajo la marquesina donde se ha refugiado de la intensa lluvia aguarda pacientemente a que cese para continuar con su recolecta. Mira con ojos de estar viendo otro paisaje, tras la cortina de agua, diferente al que ambos contemplamos. De hecho, si me fijo bien, también puedo ver un lugar que no está delante. O así lo creo.

sábado, 5 de octubre de 2024

Fugas / 07



En mitad del erial, que cualquiera llamaría desierto, encuentro dos columnas de hormigón que no llegaron a sostener techumbre alguna. Ladrillos por el suelo, entre los que crecen matorrales, y un saco petrificado de cemento. Restos que con el tiempo han adquirido el mismo color parduzco de la tierra y de la vegetación reseca. Me siento sobre mi mochila, entre las columnas tal vez levantadas para sostener el pequeño porche de una casa soñada, y observo con qué parsimonia la nada se extiende alrededor. Un lugar ideal para contemplarla. Maleza, piedras, ondulaciones, insectos, silencio. No poder construir aquí la mía.

martes, 1 de octubre de 2024

Fugas / 06



En los anales policiales se le recuerda como inventor de un sistema de interrogatorio a detenidos que obtenía un cincuenta por ciento más de confesiones que los métodos habituales. Desarrolló un retorcimiento sistemático de las preguntas sobre el delito que dejaba al acusado con escasas opciones de responder mediante evasivas. Se le denominaba en los tratados el método salomónico; título que a él siempre le molestó porque ni se llamaba Salomón ni conocía a nadie con ese nombre. Cuando asuntos internos se hizo cargo de su caso, tiempo después, lo que peor llevaba era la ineptitud inquisitiva de los inspectores.

viernes, 27 de septiembre de 2024

Fugas / 05



Coincidí en un bar nocturno con una fiesta de bibliotecarios que celebraban la jubilación de uno. Me uní al grupo porque, por edad, conocía todas las canciones que coreaban a voz en grito, al mismo tiempo que despejaban las jarras de cerveza a una velocidad que causaba vértigo. No aclaré demasiados conceptos sobre su oficio aquella noche, porque a las preguntas que planteaba respondían todos a la vez con argumentos diferentes, a raíz de los cuales iniciaban intrincadas disputas verbales. Cuando apagaron las luces para echarnos, el que se jubilaba me confesó, cabizbajo, que ahora solo le temía al silencio.

lunes, 23 de septiembre de 2024

Fugas / 04



Las virtudes de la somnolencia es el secreto mejor guardado por los vigilantes de seguridad nocturnos. En el abandono de las instalaciones, en los corredores vacíos, en las puertas cerradas, en la práctica ritual del silencio encuentran un sentido que el resto de empleados —habituados al ruido y al desorden— ni se imagina. Leen de un libro solo las páginas en blanco que deja por cortesía el editor. Y las comprenden. Hasta tal punto que cualquier raya o muesca del volumen solo su lectura es capaz de interpretarla. Son veladores de la nada, incluso cuando se les cierran los ojos.

miércoles, 18 de septiembre de 2024

Fugas / 03



El conductor del último tranvía que circuló por la ciudad, el día en el que había previsto el ayuntamiento la finalización del servicio, fue elegido por ser el más joven de la plantilla. Una mitad del consejo de administración opinaba que debía ser el de mayor edad, para sugerir el envejecimiento natural del medio de transporte. La otra mitad discrepaba pensando en los reportajes fotográficos en la prensa al día siguiente. Al final triunfó este criterio. Un guapo conductor fulguró en un viejo tranvía, idéntico al que me había subido mi padre cuando me llevó por primera vez al cine.

sábado, 14 de septiembre de 2024

Fugas / 02



En el espacio cerrado de un silencio prendió aquel significado que el estudiante de filología y comunicación se entretenía desentrañándolo a ratos, mientras aguardaba a que se encendiera el viejo ordenador que el departamento había puesto a disposición de los becarios. No le preocupaba desconocer su contenido. Tenía artículos por leer, a montones, y aplicaciones que rellenar durante horas sobre el uso al que destinaba su horario. Los otros conceptos que aparecían aquí o allá los resolvía con un mero golpe de buscador. Todo parecía hablarle con claridad desde sus resúmenes, menos aquel instante en el que había permanecido callado.

lunes, 9 de septiembre de 2024

Fugas / 01



Nunca irradia tanta blancura la cebolla como cuando el hortelano la arranca del caballón donde está plantada y, tras quitarle la tierra golpeándola contra la pernera de su pantalón, la observa con una sonrisa en los labios y ojos de enamorado. Luego la deja caer en el cesto, junto a las otras, y su mirada absorta no oculta que la atraviesa un pensamiento difícil de determinar. O tal vez sea el estribillo de una canción sin excesiva pureza: Nunca avanzarás solo en el camino. Los pájaros ya emprenden vuelo, ronroneo de insectos, temblor de hojas en el limonero. Otra cebolla.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Cuentos del hada jubilada (y nonagésimo noveno)



Un texto es, igual que una ventana, un cuadrilátero. Paralelogramo. Una vía certera que conecta lo interior con lo exterior. Y viceversa. Una ventana, igual que un texto. Ambos son un modo al mismo tiempo diáfano y opaco. Que permite o impide la comunicación. Sea simétrica o asimétrica. Es todo lo que sabe del mundo el encerrado. Durante siglos acogió con discreción la infinita conversación amorosa. Un texto o una ventana, da igual. Es lo que les da gracia a los edificios; valor, al papel encuadernado. Ah, en mis Cuentos Completos de Hada por ningún lado aparecerá el término cien.

domingo, 1 de septiembre de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo octavo)



Hay un instante en el paso de la niñez a no sé muy bien qué cuando de repente se descubre lo que una nunca había imaginado que existiera. Es el día en el que mis compañeros de curso se olvidan de los juegos rutinarios en el parque porque están construyendo, con unos cartones y unas arandelas, un avión de combate. Y una lo ve atravesando el cielo a la velocidad del sonido en ojos que no reflejan ya ninguna otra realidad. De nada sirve introducir en la conversación palabras picantes que los exciten. No los excitan. Insinuaciones. No les interesan.

jueves, 29 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo séptimo)



Al final del callejón, donde las galerías traseras de un bloque le ponen punto final al recorrido con restos de pinzas de tender la colada esparcidos por el suelo, a la derecha, por una puerta que parece de antigua tenería, se accede a la taberna. Las señas parecen de templo expresionista, pero el lugar es humilde y amable. Sobre el polvo acumulado en los cristales de la puerta, quien entra enamorado escribe con el dedo un nombre y alrededor un corazón. Es el bar de los amantes solitarios. Lo atienden una viuda y un viudo que nunca han sido pareja.

sábado, 24 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo sexto)



Cuando nos dijo que era coleccionista de hileras de hormigas empezamos a reír. La tarde brillaba en las hojas del sauce. El hombre aquel se acercó a nosotras, amigas urdiendo algún estrago a la salida del colegio. Lucía un bigote de comisario de policía en película española. Los niños se peleaban por subirse al tobogán. Las madres se intercambiaban recetas de rosquillas de anís. El momento parecía propicio para un delito. No nuestro, almas cándidas, sino del mal encarnado en un señor que se acerca a las muchachas con enrevesadas intenciones. Ahí quedó todo, mientras imaginábamos lo que nos diría.

lunes, 19 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo quinto)



A medianoche, bajo el leve guiño de la luna, no resulta difícil percibir entre las viñas próximas la existencia de fantasmas. Es una experiencia parecida a lo que ocurriría si se supiera extirpar los sueños y dramatizarlos a la luz del día. Un cineasta capaz de rodar en la oscuridad absoluta y que la cinta, al ser proyectada, mostrase un fundido en negro donde se pudiera ver con claridad el movimiento de atractivos personajes a los que no se consigue reconocer. Imaginando estas inexistencias, mientras sonaba una pieza de Debussy en el tocadiscos, me he quedado dormida en el sofá.

miércoles, 14 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo cuarto)



Nunca he sudado tanto en toda mi vida como dentro de la sala de baile en el centro parroquial. Un sótano húmedo y sin ventilación que iba agotando lentamente el aire disponible para respirar. La actividad, cuyo frenesí era alentado por algunas piezas emblemáticas que lo multiplicaban, no ayudaba a mantener las formas. En una esquina, con una sotana recia que debía de parecerle un cilicio, el cura más joven ejercía la misma vigilancia que una señal de tráfico, la observaba quien quería. Nosotros, los adolescentes, sudábamos hasta conseguir que la transpiración desmedida sobre la ropa nos hiciera parecer desnudos.

viernes, 9 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo tercero)



Mi padre había sido propietario de una chopera en la ribera del río. Cada domingo desde marzo hasta octubre, subía a la galera las bolsas con la comida y los juguetes de mis hermanos, enganchaba la pareja de mulos, nos alzaba a plomo uno tras otro y partíamos. No le gustaba el campo, al que dedicaba los seis restantes días de la semana, pero sí sentir bajo sus pies un terreno valioso del que era dueño. Entre álamos jugué a pilla-pilla y también partidos de fútbol con los chicos. Era el decorado teatral en el que aprendía a ser protagonista.

lunes, 5 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo segundo)



A un costado de la carretera, a la salida de la ciudad, en un descampado, lanzándolos al montón, ha conseguido formar una colosal montaña de neumáticos desgastados e inservibles. Al pie de la negrura, el operario fuma en pipa, rascándose la barba con frecuencia. Permanece la mayor parte del día sentado en una deshilada tumbona que parece sostener su peso de milagro. Con el trascurrir de los años, en cada salida de la ciudad he visto cómo crecía la montonera de neumáticos y se mantenía el bulto humeante del cuidador. Que la visión carezca de un significado me proporciona certidumbre.

jueves, 1 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo primero)



Al retirar la colección de cuadros con los retratos de los presidentes, alineados en el corredor de acceso al salón principal, quedó durante unos días en la pared una seriación de rectángulos verticales sombreados por antiguas capas de polvo nunca limpiadas. Los cuadros, a su vez, permanecieron agrupados contra la pared en un despacho del piso superior, que hasta aquel día ocupaba un vocal opuesto a la dirección. El pintor, con informales manchas de color espolvoreadas en su vestimenta blanca, cubría el suelo con papel de embalar. En ese momento tuve que atravesar la estancia, sorteando rodillos, cubos y cubetas.

martes, 30 de julio de 2024

Microlecturas |49 | Paisaje interior



Este segundo libro de Mariángeles Robles es un meditado prodigio de delicadeza, tanto en la vida fugitiva que refleja como en la precisa escritura con la que compone las descripciones. Son poemas en prosa, y algunos en verso, que, siguiendo la senda oriental, otorgan a la naturaleza evocada la condición de pensamiento. La sutilidad del tema se convierte en un “trazo tembloroso hacia la nada” que cuando parece diluirse en el silencio, de súbito, un giro lo petrifica: “quiero que este instante permanezca”. Y emerge con él, en lo volátil, la expresión de su rotundidad, de su consistencia profunda, densa.

domingo, 28 de julio de 2024

Microlecturas |48 | Córdoba más allá de los tópicos



La guía que Federico Abad (1961) ha publicado de su ciudad, en una hermosa edición en octavo, merecía titularse Más allá de los trópicos. Es la diferencia entre quien llega a un lugar pensando en una playa y un viajero. Para despertar el espíritu curioso de este, o para convertir a aquel, describe el poeta y novelista cordobés los paseos por su ciudad. En el espacio para notas que deja amablemente el editor, he aprovechado para hacer mi particular itinerario gongorino. No es el único escritor al que le seguiré los pasos. Más que guía, una conversación con un amigo.

viernes, 26 de julio de 2024

Microlecturas |47 | La nave de los extraviados



Pedro Zacarías (1959) toma La nave de los necios (1494), obra del humanista Sebastian Brant, como pretexto para una meditación actual sobre la locura con un formato peculiar: escribe una narración construida con aforismos, una curiosa variante de la novela en verso. El género contemporáneo evoca también la escritura del original alemán, elaborado a lo largo de 112 cuadros. Los aforismos de Zacarías son breves episodios narrativos, que relatan un delirante viaje marítimo de un barco enloquecido, y pequeñas meditaciones sobre las extravagancias de la razón. El trabajo literario de intensa condensación redunda en un sugerente mosaico reflexivo y evocador.

miércoles, 24 de julio de 2024

Microlecturas |46 | Carrera de relevos



Carrera de relevos donde compite un único relevista por equipo, que se pasa el testigo a sí mismo y en cada vuelta cambia de nombre según el personaje de la Antigua Grecia que le tutele, sea Helena, Edipo o Telémaco, así la vida según el poeta Demetrio Fernández (1987). Igual que las zancadas del atleta cubren los tramos de la pista por donde corre, el libro traza también un arco desde el verso aforístico hasta el soneto, y desde las estrofas de arte menor hasta el alejandrino blanco, variedad métrica con la que conjuga la complejidad y magnitud del tema.

lunes, 22 de julio de 2024

Microlecturas |45 | Las tres Venecias



Ciudadano en Las Tres Venecias (Trento, Venecia, Trieste), Jordi Canals (1958) escribe un libro de viajes con sus excursiones en busca de lugares recónditos y de personajes señeros y emblemáticos del noreste italiano. Pero es también un diario, en el sentido estructural de exponer los contenidos siguiendo el cauce temporal de su descubrimiento. Con excursos memorialistas, donde la historia personal se entrelaza con la local. Y es también una meditación casi ensayística sobre aspectos poco resueltos en la contradictoria Europa actual, como la identidad colectiva, la pertenencia al lugar o la conversión de los sentimientos en materia y disputa política.

viernes, 19 de julio de 2024

Microlecturas |44 | Ciudad perdida por otra ciudad



El endecasílabo con el que Sesi García (1992) titula su libro cierra uno de los poemas de la serie «Periferia, D.F», dedicada a la ciudad periférica de Madrid donde nació, pero contemplada desde la capital de México. Es la crónica de una aclimatación al lugar elegido para vivir y al mismo tiempo un emblema de la vida urbana. Este se alza también como tema principal de un libro en el que los asuntos secundarios cobran un relieve inusitado, sobre todo los que giran alrededor de la filología, la lectura, la literatura vividas desde la cotidianidad del estudioso de la poesía.

martes, 16 de julio de 2024

Microlecturas |43 | Los días del devenir



Francisco Hermoso de Mendoza (1975) ha escrito una novela inserta en la estructura de un relato, el de las vicisitudes de dos ancianos para resolver los ejercicios de un taller de escritura en su residencia. A partir de este encuadre, los escritos de ambos alumnos construyen, al paso de las horas de dedicación y trabajo, dos auténticos textos narrativos, desarrollados en paralelo, donde la desvalida memoria y la más densa imaginación se trenzan para crear un universo que trasciende su insulsa cotidianidad. Descubren la magia de la escritura, que es exactamente el territorio y la metáfora que explora el autor.

sábado, 13 de julio de 2024

Microlecturas | 42 | La casa en fuga



Los maestros japoneses del haiku suelen ilustrar las sensaciones de un camino en el que el ir se llena de realidad. En este colmarse clásico Eva Muñoz (1970) ha aprendido a observar la experiencia opuesta, cuando el avanzar es un irse que vacía aquello que existe; tanto literalmente, lo que hubo en la casa de la que se muda, como metafóricamente: “Pasa la vida / unas veces de ida, / otras de vuelta”. La perfecta concatenación de haikus y su levedad recrean los ambientes de este tránsito, de la casa y de la vida, pues ambos forman parte de una misma desaparición.

miércoles, 10 de julio de 2024

Microlecturas | 41 | Estancia de la plenitud



Una contrariedad atraviesa este libro de Fermín Herrero (1963), la noticia de la plenitud como expresión de una naturaleza agreste en un paisaje de sierra que observa y describe con maestría, frente a otras noticias que afloran en la conciencia como productos de la edad y que tienen que ver con la vida alejada de la verdad que destilan los parajes transitados en soledad. No habla del tiempo perdido, sino de la pérdida de tiempo en «la disputa, la ruindad, / el ajetreo tanto». Cómo frente al escaso valor de cuanto parecía valioso solo brilla el silencio de la nevada.

domingo, 7 de julio de 2024

Microlecturas | 40 | El Cairo-Tokio



El viaje no transcurre tanto en los lugares citados como en dos maneras de contemplar. En El Cairo, el lugar está en los títulos. La mirada fija el poema, su curso dibuja el lugar, la descripción conduce a un final sapiencial o paradójico. El autor, joven, aprendía del mundo a desarrollar destrezas verbales. En Tokio, qué diferente, la ciudad y su cronista catorce años después. El tiempo se alza en protagonista, diluye el viaje en su pasar. Los títulos, mera cronología. El poema, el retrato de un espacio hecho jirones donde describir no depende de la mirada, sino del pensamiento.

jueves, 4 de julio de 2024

Microlecturas | 39 | Poemas enumerativos



Con ser los Poemas enumerativos de Eduardo Moga (1962) una auténtica avalancha, los dardos llegan al lector uno a uno, independiente cada eslabón de la cadena, mucho más singular cada aspecto enumerado que afirmado en solitario en cualquier texto discursivo. No es un acaso, sino un efecto desconocido de la enumeración. Algo que se podría enunciar así: enmascarada una idea entre iguales en el desfile verbal se convierte en la mejor manera de aislarla en su singularidad de pensamiento. No impresiona solo lo enumerado, sino también la ampliación de enumeraciones posibles, donde cada una convierte su asunto en un tratado.

lunes, 1 de julio de 2024

Microlecturas | 38 | Jabón de Nablus



Jabón de Nablus transmite la experiencia del espacio, presente en toda la obra de Rodolfo Häsler (1958), ampliándola hacia el interior mediante el protagonismo compartido de una relación amorosa y la inclusión de poemas de otros libros, que de un modo explícito afirman la continuidad y la convicción en una poética. Junto a estas grandes líneas, el libro recoge la crónica de una incertidumbre, el juicio de una experiencia social, la compenetración con el paisaje, las voces y sus lenguas, el tiempo remansado en los cafés, las pequeñas impresiones y sorpresas, el autorretrato en el espejo del jabón de Nablus.

jueves, 27 de junio de 2024

20 Miradas



Cuando florezcan los manzanos, me dije después de que hubieran florecido los almendros. Ahora veo entre las hojas el bulto verdoso de los frutos, madurando bajo la cáscara. Y en flor el último manzano, el más tardío. Solo me queda trazar un arco hasta las cosechas, y si no vuelve entonces, ya no habrá columna que sostenga la espera. El invierno me devolverá al lugar de donde vengo, el tiempo sin la esperanza del regreso. Me aconsejan que mire el cielo. Que tome las riendas de mi vida y la cabalgue. Sugieren, repiten, insisten: «De tu vida», dicen. También yo.

domingo, 23 de junio de 2024

19 Miradas



Si supiera su nombre lo pronunciaría. Cuando vuelco el saco en la vasija, con el rumor de la avena al precipitarse. Si extiendo paños y túnicas sobre la hierba para el oreo, con el silbido de insectos que merodean la humedad. Bajando las escaleras de piedra hacia la poza, con su retumbar oscuro que tanto miedo me provocaba de niña. Con el crepitar del fuego, entusiasmado con los troncos que le añado. Al rezar, en voz baja, cada anochecer lo nombro, antes de que la luz del candil se consuma. Cada día con un apelativo diferente. Hasta que alguno acierte.