Una contrariedad atraviesa este libro de Fermín Herrero (1963), la noticia de la plenitud como expresión de una naturaleza agreste en un paisaje de sierra que observa y describe con maestría, frente a otras noticias que afloran en la conciencia como productos de la edad y que tienen que ver con la vida alejada de la verdad que destilan los parajes transitados en soledad. No habla del tiempo perdido, sino de la pérdida de tiempo en «la disputa, la ruindad, / el ajetreo tanto». Cómo frente al escaso valor de cuanto parecía valioso solo brilla el silencio de la nevada.