sábado, 5 de julio de 2025

Tercer libro de odas (2)



Después de pensarlo durante un tiempo he recapacitado y creo que no es un delirio, como lo consideraba, que uno mantenga animadas conversaciones con su sombra. Hablar con árboles, abrazarlos, sentir su energía parece actitud más sensata, pero sobrelleva una incomodidad esencial. Hay que desplazarse siempre a un lugar. Hablar con pájaros ofrece el inconveniente opuesto, echan a volar y se llevan lo que uno les ha contado a nunca se sabe dónde. Charlar con la propia sombra resulta algo arduo en verano, pero muy agradable en días invernales, y tiene una ventaja indiscutible, ninguna controversia acaba luego en separación.

martes, 1 de julio de 2025

Tercer libro de odas (1)



Si me afeas que compre jarrones y muebles de segunda mano, qué me dirás cuando sepas que adquiero retratos antiguos, y no solo por el marco o la maestría del fotógrafo. Me cuesta horrores impregnar a los nuevos con el aura que me gusta apreciar en los objetos. Enseguida olvido en qué ciudad los he comprado, quién me hacía sonreír cuando llegaron a mi vida y eso los convierte en extraños. Los antiguos, incluso rostros de personas de otra época, exhalan recuerdos por todas partes, que me confortan sin que importe que no los conozca ni sepa a quién pertenecieron.