Quisiera Apolo compadecerse por algún rechazo amoroso, pero las chicas ya no reparten calabazas o a él no se las dan. Exige poco, una primera cita, dos. Tiene sueldo de analista de producto en una empresa solvente, viste con elegancia, es simpático. Al salir suele entrar en un café, con compañeros, a tomar algo. En un rincón ve leer a una muchacha insulsa que nunca levanta los ojos para mirarle. Por eso se fija en ella. Un día decide acercarse. Dafne se asusta. Su mano desaparece dentro del libro, estira el brazo, mira hacia la calle. Si pudiera, saldría corriendo.
miércoles, 27 de julio de 2022
sábado, 23 de julio de 2022
Manos | Trece
Cuando le traté ya lo había superado. O eso decía. De niño, su padre inglés le ataba las manos, herencia de una madre italiana, al brazo de la butaca desde donde respondía a sus preguntas. Fue como volver a aprender a hablar de nuevo, explicaba. De ahí nace su teoría de que las manos no solo son las que enseñan a la persona a expresarse, sino también a comprender lo que ocurre alrededor. El adiestramiento paterno tal vez mejorara sus modales, pero retrasó una década, afirmaba, su desarrollo cognitivo. Daba gusto oírle, aunque no acabara de pronunciar enteras las frases.
martes, 19 de julio de 2022
Manos | Doce
Sobre el teclado, es como si sus manos quisieran renacer en otra vida para la que se perfeccionan con una paciencia que no ha existido en otros ámbitos. Anhelan convertirse en el doble de las manos que han ideado la música que interpretan. Realiza los ejercicios como un purgatorio de sí mismo, para olvidarse de lo que las suyas han tocado, para tocar lo que otras han imaginado. Lo contemplo a cierta distancia, la que separa dos habitaciones. Una duda no me abandona, cuando se levante del piano para acariciarme, ¿lo hará con sus dedos o con los del compositor?
jueves, 14 de julio de 2022
Manos | Once
Cierra los ojos en la librería antes de comprar la lectura para sus próximos días. Jamás memoriza nombres. No por demasiados, ni siquiera por inútiles, sino por evitar interferencias. Hay quien lee un libro si le cae bien el autor, o porque ha tenido una vida así o asá, o por el color de sus ojos en las fotografías retocadas por el editor. Pamplinas. Tampoco se fija en los títulos, que le parecen lemas comerciales. Cierra los ojos. Palpa el volumen, desliza los dedos por el papel, lo abre y atiende a cómo se ubica en las manos. Luego, elige.
domingo, 10 de julio de 2022
Manos | Diez
Enrabietado adolescente que golpea la puerta tras la que le han encerrado unos padres asustados por las transformaciones, la primavera, hoy exhausta, se ha abandonado sobre la cama y adormilada se olvida de berrear contra los cristales de las ventanas. Así describes la calma de la tarde para que sonría, y sonrío, aunque el sillón de mimbre del jardín se me clave un poco en las nalgas y sospeche que las ropas de verano que he elegido acaben por ser inadecuadas. Sigues entrelazando metáforas e ironías para que siga sonriendo, y lo hago pese a la amenaza de un abejorro.
martes, 5 de julio de 2022
Manos | Nueve
Solo el pensamiento lo es cuando ha pasado por estos dedos. Aquel baúl en el desván donde la familia acumulaba cuanto se rompía o había dejado de servir, lo antiguo con lo reciente, lo valioso con lo inútil que da pena tirar, eso eras antes. Después, pulcritud y orden. Línea a línea, convierte mi mano lo imaginado en caligrafía igual que el escultor en el bloque informe de mármol sabe encontrar el gesto hermoso. Serpentea con la pluma, sin que parezca que está haciendo algo crucial, para que vaya cobrando sentido lo que ni yo mismo sé que he pensado.
sábado, 2 de julio de 2022
Manos | Ocho
Después de estirar el brazo, sigo sin alcanzar el hombro, el cuello, las mejillas, los ojos. Cuanto se anhela para reconocer al ausente. Tanteo el aire, como si fuera piel, su delicadeza y su calor, sin ser más que aire. Tras alargarlo en vano más allá de donde pueda ver, construyo un cuerpo con la nada de haber partido o, quizá, de nunca haber llegado a este lugar. Tiendo el gesto para que se vea propicio al abrazo o dispuesto a la reconciliación, no sé, me sobran argumentos para darle un significado a la mano que se aprieta al vacío.
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