Para don J.L.S.G.
Nel mezzo del cammin di nostra vita
Perdido en el laberinto de la subjetividad —lo que fue liberación romántica es hoy, ay, la estación previa al narcisismo— y desorientado por la súbita desafección de la naturaleza y del mundo, camina el ser contemporáneo sin moverse de sitio como el trébede cojo que arrinconaron porque sus dos patas restantes no aseguran ya el perol sobre el fuego. Tres, se necesitan tres pies para sostener las sartenes y ollas del pensamiento. El don trinitario que forja el aro de las convicciones. Tres pilares. ¿Y el tercero? Será porque a mi alrededor sólo encuentro las certidumbres de la luna menguante.