Guardo la palabra nostalgia en un bolsillo de los pantalones donde solo hay un pañuelo limpio, pues si tuviera necesidad de él recurro a los de papel que llevo en otro lugar. No puedo no llevar pañuelo. Antes creía que era cosa de persona de otra época, pero ahora sé que es para cuidar de mi mano cuando se refugia en el bolsillo, donde reside la palabra nostalgia dándole la mano a mi mano. No es ese el lugar donde actúa, solo donde permanece. Para ser pensada, se instala en los ojos que miran hacia delante cuando miro hacia atrás.