Al sastre de la familia le preguntaba, cuando venía a tomar medidas, por los tejidos de los chaqués elegantes, por los secretos que hacían triunfar al pantalón, por el trazo de la sisa en las camisas. Se diría que la moda masculina despierta mi interés, pero no es así. Indago solo para documentar mis suspiros. Aquel que ha de llegar no puede aparecer desnudo. Igual que imagino las palabras y el tono que usará cuando me hable, también lo engalano conforme a las razones de esta época. Tal vez por eso cuando llegó de verdad no supe, en absoluto, reconocerlo.