Fotografía de Edu Barbero, Tiempo visible, pág. 165
Decir con lo dicho. Y que resulte recién dicho. Nunca antes pronunciado. Ese milagro. Descubrir fuera, donde no está, lo que solo está dentro. Y verlo ahí afuera, solo porque ha sido mirado. Encuadrado. Fijado. Verlo ahí. Lo que solo está adentro, ahí afuera, donde no hay nada suyo. Decir con lo ajeno como si se estuviera diciendo con lo propio. Sin apropiarse de ello. Sin siquiera acercarse. Mirando únicamente. La mirada como delatora. Como narradora de acontecimientos cuyo relato no está. Se escribe al verlos. Al mirar. Al encuadrar. Al disparar. Una manera de multiplicar el tiempo al dividirlo.