En el carro del supermercado que utiliza el recogedor de chatarra para transportar los objetos metálicos que encuentra abandonados por las calles o tirados a la basura hay una vieja cafetera, una plancha usada y un artilugio extensible para tender la ropa. Bajo la marquesina donde se ha refugiado de la intensa lluvia aguarda pacientemente a que cese para continuar con su recolecta. Mira con ojos de estar viendo otro paisaje, tras la cortina de agua, diferente al que ambos contemplamos. De hecho, si me fijo bien, también puedo ver un lugar que no está delante. O así lo creo.