Anoche olvidé llevar al punto de residuos orgánicos los restos de la cena, entre los que había un huevo que se me había roto al tratar de abrirlo. Para colmo, tampoco cerré, como acostumbro, la puerta de la cocina que comunica con el patio. La tormenta perfecta. Así que esta mañana he tenido que enfrentarme a una invasión de hormigas en toda regla. Estaba con la guardia baja porque no habían asomado desde hacía mucho tiempo. El hormiguero habitual había desaparecido. Estas han llegado de otro, más distante. ¿Cómo se han enterado las hormigas de que ayer cometí tantos errores?