martes, 7 de octubre de 2014

Ciutadella express 2


Para Matilde y Juanjo

Cuando se encienden los focos de mayor potencia para que la luz ciegue contrastes y claroscuros, y vayan los ojos a ver únicamente donde nada ven salvo lo que se muestra, para mostrarse, para de verdad ser contemplado cuando alguien acaso vea, queda el exiguo patrimonio de la oscuridad. De la casi inexistencia. Ah, en una época que cercena los márgenes, sin importarle los multiplica. Y emergen los invisibles matices lejos de donde la luz abrasadora ilumina el rostro tiznado de lo visible. Catacumbas, o mejor, un milagro. Ediciones de cien ejemplares donde la literatura se refugia de la obscenidad.