A veces, quien lo ha cruzado se encuentra al mismo tiempo a uno y a otro lado del puente que salva el río. De este desdoblamiento trata el libro de Joaquín Galán (1940). Un ronquido en el lecho donde duerme solo lo delata. O una visita que recibe el que llama a la puerta. El ser «sucesivo» que en el curso del tiempo se ha sido, y se sigue siendo en algún rincón ignoto de ese cauce: «Un ser que, desdoblado, / en cada sueño vive por igual». La sombra que se levanta al lado de quien acaba de caer.