viernes, 25 de julio de 2014

Cuaderno de tapas rojinegras \ 24


Las palabras, en ocasiones, se visten para acudir a una fiesta. Se maquillan profusamente con adjetivos, se peinan elaborados moños con adverbios en –mente, se acicalan con prefijos, sufijos, interfijos y otras máscaras móviles. No se las ve, a las palabras que hay bajo los vestidos perifrásticos, a las que impostan sonidos guturales para que no se las entienda, a las que dan pasos de baile hiperbatónicos. Disfrazadas de otra cosa, la celebración acaba con la marcha fúnebre del sentido. Hojas secas que se arraciman sobre la rejilla del sumidero en el estanque. Las palabras que salieron, radiantes, de fiesta.