Dijo: Bu bu Navidad. No nevaba. Apenas pasaban coches por la calzada, pero no hacía ni frío. En los cuentos de Navidad nieva. Hay ángeles en las cornisas, bolas de colores en el cielo. La negrura de hulla en la suela de los zapatos que deja una sangre oscura en las hendiduras que quedan en la nieve que no hay. Y al pasar oí como decía: Fu Fu Navidad. No vi a nadie. Nadie me acompañaba que pudiera oírlo. Solo la voz y yo. Iluminadas detrás de las cortinas y visillos, las ventanas tampoco miraban. Respondí: Feliz Na Na Ná.