Foto MCP
Cuando llegaba esta época el profesor de francés escribía un título en la pizarra y nosotros lo convertíamos en campo de combate con la ortografía. Cómo me gustaría escribir redacciones así, pero han prohibido los tópicos. No hay peor insulto para un escritor. De nada vale que los antiguos midieran su valor por el tema elegido. De poco que la seducción oriental emane de los matices insospechados de lo conocido por todos. Quién pudiera escribir que ve florecer el gran peral del huerto de Can Carriot, los melocotoneros en la huerta de mi padre, las florecillas silvestres en los descampados.