Con un argumento en apariencia menor —los problemas de un joven que empieza a dar clases en un instituto de provincias— Natsume Soseki (1868-1916) escribe una novela espléndida e inolvidable. La magia de su escritura se asienta en la voz del narrador, cuya personalidad impulsiva, irónica y vital seduce desde las primeras peripecias. En el instituto, el protagonista descubre poco a poco, con una lucidez escalofriante, quiénes son sus compañeros y qué están dispuestos a hacer para eliminar a sus adversarios. Si se desconoce que Botchan se publicó en Japón, en 1906, se diría que ocurre en cualquier instituto actual.