sábado, 19 de julio de 2025

Tercer libro de odas (5)



Cuando llega a la aldea, el otoño trae bien doblado dentro de un hatillo cuanto el vivalavirgen del verano abandona de cualquier manera el momento en el que dando un portazo se va con sus fiestas a otra parte. Un hilo de humo sobre los rastrojos. Una pirámide de balas de paja. Trenzas que cuelgan en las ventanas con frutos que se adensan. Rumor de reses en el establo. Ladridos de perro a lo lejos. Goteo de un grifo que no cierra. Se sienta junto a su cabaña y con paciencia troncha una a una la extensión de los días.