martes, 23 de marzo de 2021

Cuentos del hada jubilada (trigésimo segundo)

Los poemas eróticos poseen un serio problema conceptual. Pueden ser del pasado, reminiscencias de acciones que ocurrieron en un instante que desapareció. Desde este punto de vista, se convierten en elegíacos. No celebran el amor, sino el amor que ocurrió. También pueden ser de futuro. Presagian un instante de acción que, obviamente, no está sucediendo. Son poemas de deseo, pero no eróticos, porque el erotismo es una propiedad del presente. Aunque resulta difícil, acaso imposible, escribir un poema erótico en un presente erótico. O se escribe o se abraza. Este es el problema de los poemas eróticos, resultan demasiado teóricos.