lunes, 22 de febrero de 2016

Maria Gabriela Llansol, charla (3)


La nostalgia de réplicas la suple Eleonora gracias a una pequeña maceta con siete bulbos de narciso. Si el terciopelo de los nubarrones cuelga como cortina ante la ventana, la coloca en el alféizar. Si una frase adolece de esta ausencia de voces por los corredores de su construcción, la deja entonces en la mesa, sobre el montón de folios escritos. Sin precaución, a veces, por regarla, vierte la jarra del agua y me apresuro trapo en mano a limpiar tierra y humedad antes de que la tinta abandone las palabras, salte de unas a otras, las confunda, las ciegue.