viernes, 19 de febrero de 2016

Maria Gabriela Llansol, charla (2)


Árbol ojival, el níspero camina a paso lento por la senda lateral y de soslayo te sonríe, María Gabriela, cuando ni siquiera lo ves porque pasas atareada con las manos en los bolsillos del delantal. Extiende la tarde su mantel de meriendas sobre los parterres sosegados. Canta una calandria entre las hojas desmemoriadas del árbol lunático. El Eriobotrya Japónica apoya su bastón para avanzar con lentitud entre los macizos de dalias y cuando atraviesas el jardín con los ojos pendientes del papel que garabateaste anoche, tus zancadas dejan atrás la leve inclinación de cabeza con la que siempre te saluda.