martes, 9 de julio de 2013

1881

Vincent Van Gogh se enamora en Etten de su prima Cornelia

Pasos de nube sobre la arena es la inaudible fricción de las alpargatas de los sembradores al amanecer. Un silencio de rebanada de hogaza en la lumbre. Los hatillos de tela, cruzados en el pecho, albergan tantos síes que quiero saltar por la ventana y unirme a ellos en su jornada. La mía sembrará solo estas palabras que te escribo entre las lascas de granito de tu nombre, Kee, y tras rodar por su desnivel de alta montaña caerán en el regato que corre hacia ninguna parte. No lances al fuego esta carta, por piedad. Este temblor azul y amarillo.