miércoles, 24 de diciembre de 2008

Un regalo de la literatura por Nochebuena: «Heridas causadas por tres rinocerontes», de Fernando Sanmartín, en Xórdica

Yorgos aún no ha cumplido cuatro años. Pasea por los corredores del hospital junto a otros niños que también arrastran portagoteros y padres heridos por tres rinocerontes. Este relato de la enfermedad que ha escrito Fernando Sanmartín, compuesto tras salvar retales y trizas no sé si de escritura o de la propia vida, tiene el humilde don de devolver el sentido primigenio a la literatura: la metamorfosis de la herida —la herida verdadera— en retrato, en experiencia, en lenguaje no usado; en obra de arte. Sanmartín no escribe para redactar bien; escribe bien para poder comprender mejor la incomprensible realidad.