sábado, 7 de junio de 2008

Tetragrama de sábado

El camino hacia la panadería tiene algo de juego de niños: un saltarín ir esquivando los orines de perro. Se da uno cuenta de qué poco basta para desordenar el mundo: tres motos tumbadas en la acera por el efecto de un dios beodo. Y con qué nada se ennoblece: la ausencia de tráfico deja libre por la calle, de repente, el canto de un pájaro; miro hacia el cielo, ¿vendrá de la copa de un plátano o de un balcón donde esté enjaulado? Una muchacha habla a voces por su móvil: ¿qué poesía nacerá de esos jirones de frases?