Que desconfíe de las frases que llaman a la puerta y, tras abrir, los ojos de quien las recibe de inmediato se desvían hacia la diadema que lucen es la primera regla. La segunda explica cómo colocarse sobre la cabeza una diadema cada vez que sea menester tocar un timbre para que alguien abra. Trabajo de precisión y paciencia sobre la finura de los materiales en los talleres de orfebrería. A este conjunto de normas se le denomina sintaxis. Y pretende proteger la economía de quienes instalan puertas en los vanos y también de los que talan bosques para fabricarlas.