lunes, 5 de agosto de 2024

Cuentos del hada jubilada (nonagésimo segundo)



A un costado de la carretera, a la salida de la ciudad, en un descampado, lanzándolos al montón, ha conseguido formar una colosal montaña de neumáticos desgastados e inservibles. Al pie de la negrura, el operario fuma en pipa, rascándose la barba con frecuencia. Permanece la mayor parte del día sentado en una deshilada tumbona que parece sostener su peso de milagro. Con el trascurrir de los años, en cada salida de la ciudad he visto cómo crecía la montonera de neumáticos y se mantenía el bulto humeante del cuidador. Que la visión carezca de un significado me proporciona certidumbre.