martes, 10 de marzo de 2020

1264 | Berceo, «ya cansado», se despide de los novicios



Desde que rezo bajo esta techumbre, en el interior infinito de estos muros de antiguas piedras, el río Cárdenas no ha dejado de irse, y lo hace para mantener presente, cada una de las noches, el murmullo que salta la tapia tras las Completas. Tampoco la tinta en la que unto el cálamo a diario ha dejado de encaminarse pausadamente hacia las palabras y en ellas encarnarse para que permanezcan fijas, señeras, en el pergamino. Igual que la nieve cae en invierno para revivir en Nuestra Señora de Marzo, así su blancura cubre a los mortales para salvarles del tiempo.