jueves, 20 de octubre de 2016

1968-«Poemas póstumos»


—¿Mr. Eliot? 
—¿Nos conocemos? 
—Todavía no, la plaquita… 
—Ah, la placa. Si tiene la amabilidad de esperar, no es mi turno. De hecho, acabo de finalizarlo. En breve aparecerá el revisor pertinente. 
—Solo una consulta. 
—Dígame, ¿señor…? 
—Jaime, sí, James. No estoy seguro de si este tren se detiene en la estación en la que voy a querer bajar. 
—Mr. James. Aunque no me corresponda a mí informarle del recorrido, puedo indicarle que donde desee usted descender con seguridad el tren no va a detenerse. 
—¿Está seguro? 
—Salvo que haya elegido como destino el destino final. 
—¿Entonces? 
—Disfrute del viaje.