sábado, 16 de abril de 2016

PRUNUS TRILOBA - memorias, 2


Cuando está receptiva, aunque no se acerque a mi breve remolino de color, los días extienden sobre el jardín su mantel de celebración. Si oigo que llama a los gatos por el nombre, les riñe por las aventuras nocturnas, les acaricia el lomo al escabullirse. Si la veo hablar con los jacintos de poesía barroca, peinar el repeinado, avivar los colores. Si sé que estudia el movimiento de los insectos, la cadencia del canto de las aves emboscadas, el dibujo de las sombras sobre la hierba… Si está atenta a cuanto ocurre en nuestro mundo, todo de repente cobra sentido.