jueves, 17 de marzo de 2016

Becqueriana / 88


Es biógrafa. Estudia la vida de las palabras. Cuándo se levantan cada día, qué piensan de sí mismas, cómo se relacionan con el aire al ser pronunciadas, dónde se sienten más a gusto. Observa sus matices, sus inflexiones, su cansancio o euforia. Confecciona con los datos estadísticas y leyes que anota en el cuaderno de los versos. Es biógrafa de las palabras, pero de vez en cuando se olvida del trabajo y de su objeto, se diría que se va de vacaciones, que silencia los vocablos para no tener que acumular más saberes sobre ellos. Es cuando se deja besar.