sábado, 20 de diciembre de 2014

Teoría del Lugar \ 6


No son buenos pintores, los lugares. No les guía ninguna estética. Lo ancho resulta estrecho. Lo menudo, basto. Tampoco entienden los colores. Los mezclan mal. Desconocen la simetría, estropean la perspectiva, alteran la ordenación. En una lámina solo convocarían irritados garabatos en rojo del corrector. Algún improperio, quizá. Sin embargo, a diferencia de las obras artística, los lugares huelen. Los pasos resuenen en su interior. Les hablan con sensaciones a los dedos que se aventuran. Cultivan higueras cuyos frutos carnosos se ofrecen con desprendimiento. Lo hacen todo sin boceto ni premeditación. Nunca serán reconocidos paisajistas, una simple niebla los ciega.