jueves, 10 de mayo de 2012

Dzień w Warszawie (5)


Una ciudad de banderas, cartelería inflamada y léxico obligatorio ha sido desatornillada y sustituida por otra ciudad de neones, anuncios en fachadas enteras y la palabrería hueca de logotipos planetarios. Ni siquiera una lengua arisca y distante tiene nada que hacer frente al mensaje diáfano y comprensible de los centros comerciales. Resulta difícil, para quien anda desprevenido, descubrir entre dos civilizaciones una ciudad. Me siento en el café Flora, una pequeña construcción de madera rodeada de yedra a las orillas de un parque, y mientras me sirven un té en el jardín me preguntó dónde estará la ciudad que busco.