domingo, 15 de febrero de 2009

¿Montería o elegía? (tríptico e hipertexto cérvido)

Foto: abc.es
Se consume Dido infeliz y vaga enloquecida / por toda la ciudad como la cierva tras el disparo / que, incauta, el pastor persiguiéndola alcanzó con sus flechas / en los bosques de Creta y le dejó el hierro volador / sin saberlo, Virgilio; ¡Ay quién me diera esa cierva que tiene / en su mejilla una rosa entre sierpes!, jarcha; Tardei, mia madre, na fontana fria: / cervos do monte a agua volvían. / Os amores ei, Pero Meogo; Non avia acabado de dezir bien su verbo, / ahévos adó viene muy ligero el çiervo, Juan Ruiz, Arcipreste de Hita; Como cierva herida / me arrojo al agua.
(2)
Aquí quiero acostarme, y en cayendo / la siesta iré siguiendo mi corcillo, / que yo me maravillo y me espanto / cómo con tal herida huyó tanto, Garcilaso; Como el ciervo huiste, / habiéndome herido; / salí tras ti clamando, y eras ido, San Juan de la Cruz; y el correr de tu amor, ciervo ligero, Ribera; Rey: ¿Vistes passar por aquí / un ciervo, dezid gitanos, / que va herido?, Cervantes; la cierva enamorada / vendrá a bañarse en este arroyo manso, Lope de Vega; Mas yo, como la cierva / que por la herida sangre y vida pierde, / busco el remedio por el campo verde, Quevedo
(3)
Anúnciala una corza blanca, Rubén Darío; Herido por nosotros como ciervo / que a morir corre al matorral nativo, Miguel de Unamuno; a un tiempo eres cierva y cazadora, Juan Ramón Jiménez; donde todavía un cervatillo ya devorado / luce su diminuta imagen de oro nocturno, Vicente Aleixandre; Amor, amor, un vuelo de la corza / por el pecho sin fin de la blancura, Federico García Lorca; mi corza blanca. / Los lobos la mataron, Rafael Alberti; El hocico del ciervo, malherido, / sangre derrama encima de las nubes, Ángel Crespo; En el empeine / te pinto un ciervo azul. / Ya no te alcanzo, Jesús Aguado.