viernes, 10 de octubre de 2025

Cuarto libro de odas (3)



Solo sé lo que he venido a hacer cuando el fuego prende en la hojarasca que acumulo dentro de un pequeño círculo de piedras y eleva sobre el claro un hilo de humo. La mochila, bocabajo, me aguarda como almohada; el anorak, desplegado sobre el pecho; el cuaderno, el lápiz, un único libro, a mi lado. La gorra se ha quedado colgada en una rama. Las piernas agradecen el descanso. La noche de verano se acerca juiciosa. Tenues sonidos a los que empiezo a acostumbrarme mientras me siento lo más lejos posible de los múltiples errores acumulados durante el año.