sábado, 22 de octubre de 2022

Modelo /6



Hay algo obsceno en una cerradura exterior. No es su literalidad de cierre, que —por cierto— solo inspira satisfacción cuando se abre. Es la idea de que una persona deje encerrada a otra que a su vez carece de modo de salida. Lo obsceno parece el dominio sobre las vidas ajenas. Hay una institución creada para justificarlo que se denomina «justicia», pero sus designios son conceptuales y no alcanzan a las cerraduras que los concretan, aquellas que solo permiten abrir desde el mundo. Hay algo obsceno en una cerradura que no se puede subvertir: convierte los sueños en algo inverosímil.