lunes, 4 de mayo de 2020

De la pintura II



Cuando paseo por aquella calle, subo el repecho que se alza frente a la casa del pintor, en las afueras, y a través del balcón, abierto la mayor parte de los días, observo desde la distancia el cuadro sobre el caballete en el que esté trabajando. Aunque la mirada coincida con la dirección de la luz, la lejanía me impide admirar los detalles o la veracidad de cada color. La visión solo me sugiere una cierta idea. En alguna ocasión he visto al pintor contemplar su cuadro, encima de él, comiéndoselo. Pienso entonces que tampoco lo ve mejor que yo.