viernes, 23 de junio de 2017

Coro de ausentes | NOCTURNO


La noche lo ilumina. 
Su terciopelo. Adagio. 
Tan sincero violín. 
El instante. Subida  
la persiana. Anudados 
los visillos. Respiración 
alterada. La sencillez 
del momento. La oscuridad 
tenue sobre las sábanas, 
el gris basalto de los cuerpos 
entregados. Lo comprendía 
la sinrazón, la estela de un cometa, 
el salto de agua. 

Lo decoraban los silencios. 

Su azul. Aquel aroma. 
Lo imperceptible en la línea del tiempo. 
Lo veía la brisa, 
las nubes que blanquean el cielo. Su dulzor. 
El gemido. Una brizna 
en la pradera de la noche, 
en el bosque 
de la noche, en el océano 
íntimo 
de la noche.