martes, 1 de enero de 2008

«Lecciones de tinieblas», de Patricia Runfola [1951-1999] (Ed. Bruguera, 2007)

Libro denso, envolvente, lleno de presagios; con narraciones que se entrecruzan, algunas protagonizadas por pinturas de Rembrandt, Vermeer o Velázquez; constituyen, es verdad, «una escritura del alma». Quizá el relato que más me haya impresionado sea «La vida alegre», un emblema de la propia obra: la sensación de despedida de la vida es a veces tan intensa que sobrecoge. Por otra parte, me ha derrotado la nota final. El que no encontrara un editor para su biografía de Mucha ni para este libro me llena de augurios funestos (como se diría en la época barroca, cuyo ambiente tan bien traza).