martes, 5 de marzo de 2024

10 Miradas



Cada vez que entra o sale alguien, la campanilla lo avisa. Es la señal que desvía levemente la mirada de la conversación que se mantenga, sin importar con quien sea, hacia la puerta. Apenas un instante, el preciso para saber si el vacío que deja quien abandona la sala resulta relevante en la geografía de aquel momento en el Café, o si, tal vez, se incorpora aquel a quien merece la pena agregar a la constante vigilancia de los ojos, a la espera, quizá, de una palabrita casual que dé pie a, quizá, una tímida respuesta como promesa de continuidad.