domingo, 21 de febrero de 2021

Reflejos | 6



En invierno, el turno de noche concluye antes que la oscuridad. En el momento de salida de los operarios, a la puerta de la fábrica acuden las luciérnagas que ya se han extinguido en los bosques. Diminutas bolas de fuego que aumentan su incandescencia a cierta altura y luego, al descender, se debilitan. Con un paso más apresurado llegan los empleados del primer turno. Apenas bultos que se apresuran ante quienes continúan fumando, sin prisa por regresar. Un cruce de trenes en una estación, mientras aguarda el más lento en el andén secundario, el rápido circula en persecución del destino.