miércoles, 5 de junio de 2019

Ventanas de Dachau | Duchas



Ha cerrado los ojos a la luz. A la reverberación sobre su voluble vestimenta. A la inquietud que les hace a las gotas jamás sentirse quietas. Cauce continuo, borboteo, apremio. El agua. La túnica simbólica con la que oculta su insaciable infancia. La he visto cerrar los ojos y pasar por los cuerpos arracimados con la opacidad de la incertidumbre, agua que transita por tuberías gélidas y regresa a la tierra en sumideros por donde abandona lo real la realidad. Desnudeces que no ve porque ha cerrado a la luz los ojos de su esencia. Porque no ha podido callar.