miércoles, 11 de abril de 2018

# 590


Un paseo ordena el mundo. Su caos, su sinsentido, su dejadez. El caminar recoloca en su lugar los elementos del paisaje del mismo modo que el pintor compone una armonía cromática sobre el lienzo o que el fotógrafo afina la mirada para descubrir donde no hay nada un tema. El rumor de los pasos le escribe la partitura a la secuencia. Miro y las líneas se emparejan, los colores se combinan, las aves trazan movimientos inauditos en el cielo. Atravieso el río y queda a mi espalda el puente y la ciudad ya trazados. Con una idea de sí mismos.