miércoles, 27 de julio de 2016

Becqueriana / 93


El pijama inaugura otro tiempo. Le da sentido al espacio que acoge. Nada tiene que ver el tiempo pautado de las conversaciones entre desconocidos en los sitios obligados con el color azul de un pijama. El tiempo que merece el nombre de tiempo, porque se empuja para que concluya pronto, y se vaya, y deje fluir en un sintiempo al que llamamos Lugar. Un otrotiempo ahora íntimo, que no transcurre ni cansa, que se convierte en sala, en ventana, en habitación, en jardín o en cocina. Y que tiene en el pijama el símbolo más intenso (y fácil de quitar).