martes, 17 de noviembre de 2015

Dietario de sensaciones, 2


Hay un pájaro que picotea entre las macetas del balcón. Nos ha dejado de repente en silencio. Inmóviles. Por ver cómo da saltos de un lugar a otro, confiado, sin darse cuenta de que hay alguien cerca observándolo. Sus plumas oscuras reflejan el sol de la mañana y sus ojos parecen orbitar alrededor de la cabeza. La situación casi hace reír. En cuanto la descubra, echará a volar. Es solo un instante el que regala su paso en busca de insectos. En cuanto algo se mueve, ya no está; pero el encanto permanecerá picoteando entre las macetas cuando las miremos.