sábado, 16 de julio de 2011

Descalzo por el bosque 5

Se acercan al fuego. Han calzado los carros con pedruscos y las acémilas arrancan la escasa hierba de la planicie con su habitual escepticismo. La hojarasca crepita sobre los troncos, por prenderlos, y las llamas impetuosas se abrazan a los pies ennegrecidos de la trébede, que sostendrá la olla cuando el cocinero vierta en el agua los rábanos pelados. La luz se acuesta sobre las colinas occidentales, a su espalda. Enfrente oscurece el territorio ignoto. Nada saben de él, pero si algo convierte las incertidumbres en certeza es la guerra. Un palafrenero cuenta una historia, se echan a reír todos.