lunes, 13 de junio de 2011

Fenêtres d'Aude 4

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La vida son los cielos —nos dice el embaucador del castillo al atardecer—, las montañas a lo lejos, los campos en flor, los bosques, el vuelo del cernícalo. Eso es la vida —clama y su voz retumba en el patio de armas y se posa en la arena—, las ardillas que corretean por el camino, las mariposas que lo embellecen. Al amanecer me acurruco en el alféizar de la tronera y aunque el aire que su hueco cuela me hiele la mirada observo todo por ver cuánta razón lleva: las nubes, los pájaros, la vida de los demás.