jueves, 16 de octubre de 2008

Machado de Assis en Covarrubias esquina Sagasta




Si de pronto Ulises, que regenta pensión en la periferia (emergente), amaneciera en este cuarto del Gran Hotel Versalles, traído por la pluma de Machado de Assis, haría lo mismo: encender el televisor de plasma de 32’ y recorrer los veintitantos canales como quien ve dar vueltas al tiovivo en la feria. A diferencia de entonces, ahora se asciende de la pensión al hotel y se regresa al origen al poco. Las clases se ocultan en el simulacro de las clases. Todo hospedaje es un desclasamiento fortuito al que uno se entrega para que le ate manos, ojos y palabras.